Colección Los cuentos del Chiribitil
Por Roberto Sotelo. Los cuentos del Chiribitil es una de las colecciones fundamentales de la literatura infantil en la Argentina, publicada a fines de los ’70 por el Centro Editor de América Latina. Ofrecemos una breve historia de la colección y también las 50 tapas de los títulos publicados.
por Roberto Sotelo
Saludamos con alegría la reedición en Eudeba de una de las colecciones fundamentales de la literatura infantil en la Argentina. Para saber más detalles sobre esta primera etapa de la reedición —diez títulos que mantienen el diseño, textos e imágenes de las ediciones originales del Centro Editor de América Latina de fines de los ’70— recomendamos la lectura de dos artículos aparecidos recientemente en medios locales:
- “Inolvidables clásicos infantiles: Los cuentos del Chiribitil”, por Graciela Melgarejo. Buenos Aires, ADN Cultura (La Nación), 25 de julio de 2014.
- “El regreso de Chiribitil: Una colección inolvidable que vuelve a las estanterías”, por Karina Micheletto. Buenos Aires, Página/12, 27 de julio de 2014.
Y a propósito de esta reedición, nos ocuparemos en este artículo de la colección original, los 50 títulos publicados por el Centro Editor de América Latina entre 1976 y 1978.
La colección se inició en 1976 con dirección de Delia Pigretti. Así aparecieron los primeros diez títulos y la serie se interrumpió para ser relanzada (desde el primer número) al año siguiente en entregas semanales (con tiradas de ¡50 mil ejemplares!) que se vendían en kioscos de diarios y revistas a precio popular.
Los primeros títulos de Los cuentos del Chiribitil surgieron a partir de un concurso organizado por la editorial en 1975 para descubrir nuevos autores de literatura infantil. El Primer Premio correspondió a El señor Viento Otto, de María Rosa Finch, y el Segundo Premio a La carta de Tilín, de Gladys Mayo de Rubio. Ambos cuentos fueron publicados con ilustraciones de Ayax Barnes.
Tras la muerte de Delia Pigretti, Boris Spivacow —Director del Centro Editor de América Latina— le encargó la dirección de la colección a Graciela Montes, quien ya trabajaba en el CEAL desde 1971.
Cabe destacar que el diseño de Los cuentos del Chiribitil —formato álbum, 24 páginas— fue obra de Oscar “Negro” Díaz, a cargo de la dirección del Departamento de Arte de la editorial. Este diseño incorporaba detalles de vanguardia para la época: la aparición en tapa del nombre del ilustrador, al mismo nivel tipográfico que el escritor; y la profusión de imágenes, con la inclusión de una ilustración a doble página central, sin texto, en cada uno de los libros.
Como ocurrió con otras obras representativas de la literatura infantil de esa época, la colección no escapó a la censura militar. Este episodio lo cuenta el mismo Boris Spivacow entrevistado por Delia Maunás: “En Mendoza la prohibieron: uno de los cuentos se llamaba Los zapatos voladores —eran los comienzos de la dictadura militar—. en Los zapatos voladores el protagonista es un cartero empleado de la Municipalidad que reparte la correspondencia y al cual no le alcanza la plata para poder comprarse zapatos. La gente del pueblo se reúne y organiza una colecta. La delegación del tercer cuerpo del ejército en Mendoza consideró que ese era un llamado a la subversión, y la colección fue prohibida. Pensamos hacer una presentación ante el tercer cuerpo en Córdoba, del cual dependían el de Mendoza y el de San Luis, pero después pensamos que si le pedíamos a Córdoba lo más probable sería que en Córdoba también la prohibieran, entonces nos quedamos en el molde. La colección fue prohibida allí, y chau.” (1)
Doble página del libro Los zapatos voladores, de Margarita Belgrano con ilustraciones de Chacha (Sara Conti).
En el impresionante y exhaustivo volumen Más libros para más. Colecciones del Centro Editor de América Latina, la periodista Judith Gociol recoge un testimonio de Graciela Montes sobre la colección: “El Chiribitil fue una buena puerta por donde entrar a la literatura para niños porque era una publicación de kiosco, que se entroncaba con lo popular antes que con lo escolar o paraescolar, y eso permitía que los textos estuvieran menos comprometidos con lo esperable o con lo ‘correcto’, que fueran más vivos, más cercanos. En el Chiribitil a nadie se la habría ocurrido hablar de ‘tú’, como se hacía en los ‘libros para niños’.” (…) “El Chiribitil recuperaba la tradición de una literatura popular, una literatura de kiosco, como lo que había hecho el propio Boris (Spivacow) en (la editorial) Abril, los Gatitos y los Bolsillitos que yo leía de chica. Además, en un momento en el que no había trabajo porque era el comienzo de la dictadura, se convocó a muchas personas a escribir. Algunas se acercaron a pedir un espacio de publicación y a otra mucha gente, que recién empezaba, la descubrimos nosotros. Creo, sobre todo por lo que dicen otros, que el Chiribitil dejó una señal.” (2)
Efectivamente, la colección incluyó escritores e ilustradores que en los años siguientes se convertirían en indiscutidos referentes del género: Graciela Montes, Laura Devetach, Ayax Barnes, Clara Urquijo, Tabaré, Beatriz Doumerc, Martha Mercader, Marta Giménez Pastor, Delia Contarbio, Graciela Cabal, Julia Díaz, Luis Pollini, y Miguel Ángel Palermo, entre muchos otros.
El número 50 —Los animales y el fuego, de Miguel Ángel Palermo (3)— cerró la colección, pero Los cuentos del Chiribitil continuaron reeditándose durante los años siguientes, en nuevos agrupamientos de distinto orden, seleccionando solo algunos de sus títulos, y también reagrupados y encuadernados en tomos bajo diferentes denominaciones para ser vendidos a crédito.
Notas
(1) Maunás, Delia. Boris Spivacow. Memoria de un sueño argentino. Buenos Aires, Ediciones Colihue, 1995. Colección Signos y Cultura. Pág. 82.
(2) Gociol, Judith (y colaboradores). Más libros para más. Colecciones del Centro Editor de América Latina. Buenos Aires, Ediciones de la Biblioteca Nacional, 2007. Colección Índices y Bibliografías. Pág. 221.
(3) Los animales y el fuego es una recreación del folklore mataco realizada por Miguel Ángel Palermo; su texto fue publicado en Imaginaria Nº 113 (Buenos Aires, 15 de octubre de 2003).
Bibliografía consultada
- Bueno, Mónica y Taroncher, Miguel Ángel (coordinadores). Centro Editor de América Latina. Capítulos para una historia. Buenos Aires, Siglo Veintiuno Editores, 2006. Colección Sociología y Política.
- Gociol, Judith (y colaboradores). Más libros para más. Colecciones del Centro Editor de América Latina. Buenos Aires, Ediciones de la Biblioteca Nacional, 2007. Colección Índices y Bibliografías.
- Maunás, Delia. Boris Spivacow. Memoria de un sueño argentino. Buenos Aires, Ediciones Colihue, 1995. Colección Signos y Cultura.
- Pesclevi, Gabriela. Libros que muerden. Literatura infantil y juvenil censurada durante la última dictadura cívico-militar 1976-1983. Buenos Aires, Ediciones de la Biblioteca Nacional, 2014.
Colección Los cuentos del Chiribitil
Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1976-1978.
Diseño: Oscar Díaz.
1ra. edición. 50 títulos.
Nº 1 – Los príncipes verdes. Ester Picos (texto) y Clara Urquijo (ilustraciones).
Nº 2 – La carta de Tilín. Gladys Mayo de Rubio (texto) y Ayax Barnes (ilustraciones).
Nº 3 – El mono doctor. Guido Cinti (texto) y Tabaré (ilustraciones).
Nº 4 – El espejito de la montaña. Lucila Maderal (texto) y Julia Díaz (ilustraciones).
Nº 5 – El señor Viento Otto. María Rosa Finch (texto) y Ayax Barnes (ilustraciones).
Nº 6 – Alegrita y doña Chicharra. Sara Zapata Valeije (texto) y Perla Bajder (ilustraciones).
Nº 7 – Chiquirriqui cruza la selva misionera. Alicia Bocconi (texto) y Alicia Charré (ilustraciones).
Nº 8 – Nicolodo viaja al País de la Cocina. Graciela Montes (texto) y Julia Díaz (ilustraciones).
Nº 9 – Los zapatos voladores. Margarita Belgrano (texto) y Chacha (ilustraciones).
Nº 10 – El pajarito remendado. Eva Rey (texto) y Perla Bajder (ilustraciones).
Nº 11 – El pequeño héroe de Harlem. Pirucha Romera (texto) y Mario Mignone (ilustraciones).
Nº 12 – Así nació Nicolodo. Graciela Montes (texto) y Julia Díaz (ilustraciones).
Nº 13 – El salón vacío. Margarita Belgrano (texto) y Nora Kohan (ilustraciones).
Nº 14 – El osito y su mamá. Paulina Martínez (texto) y Julia Díaz (ilustraciones).
Nº 15 – El molinillo mágico. Eva Rey (texto) y Delia Contarbio (ilustraciones).
Nº 16 – Vuela, mariquita. Beatriz Doumerq (texto) y Perla Bajder (ilustraciones).
Nº 17 – Don Hilario. Luciana Daelli (texto) y Alicia Charré (ilustraciones).
Nº 18 – Jacinto. Graciela Cabal (texto) y Martha Greiner (ilustraciones).
Nº 19 – La gran fiesta del Otoño. Clara Bitman (texto) y Marcia Schvartz (ilustraciones).
Nº 20 – El gallito. Paulina Martínez (texto) y Luis Pollini (ilustraciones).
Nº 21 – Viaje al País de los Cuentos. Graciela Melgarejo (texto) y Chacha (ilustraciones).
Nº 22 – ¿Dónde estás, Carabás? Paulina Martínez (texto) y Julia Díaz (ilustraciones).
Nº 23 – Gatomiáu. Margarita Belgrano (texto) y Luis Pollini (ilustraciones).
Nº 24 – Los juguetes. Alicia Digón (texto) y Delia Contarbio (ilustraciones).
Nº 25 – El espantapájaros. Margarita Belgrano (texto) y Silvina Martínez (ilustraciones).
Nº 26 – Tío Juan. Martha Mercader (texto) y Juan Noailles (ilustraciones).
Nº 27 – El reloj de la torre. Suzy Alché (texto) y Carlos Pederiva (ilustraciones).
Nº 28 – Rara historia de un diente. María Teresa Forero (texto) y Alicia Charré (ilustraciones).
Nº 29 – ¿Qué hora es? Martha Mercader (texto) y Delia Contarbio (ilustraciones).
Nº 30 – Los grillos de la montaña celeste. Margarita Belgrano (texto) y Martha Greiner (ilustraciones).
Nº 31 – El primer baile de Rayito. Mabel Pilla (texto) y Eduardo Vásquez (ilustraciones).
Nº 32 – Un regalo de Pascua. Marta Giménez Pastor (texto) y Claudia Alché (ilustraciones).
Nº 33 – El pan de Navidad. Pirucha Romera (texto) y Luis Pollini (ilustraciones).
Nº 34 – ¡Cuidado que vengo yo! Martha Mercader (texto) y Juan Noailles (ilustraciones).
Nº 35 – Anita y la luna. Rubén Álvarez (texto) y María Teresa Farrés (ilustraciones).
Nº 36 – Los lobos del bosque. Susana Navone de Spalding (texto) y Alicia Charré (ilustraciones).
Nº 37 – El cumpleaños de Cristina. Graciela Montes (texto) y Julia Díaz (ilustraciones).
Nº 38 – La lechuza y la suerte. Rubén Álvarez (texto) y Luis Pereyra (ilustraciones).
Nº 39 – Negrita y los gorriones. Susana Navone de Spalding (texto) y Delia Contarbio (ilustraciones).
Nº 40 – Sapo verde. Graciela Montes (texto) y Helena Homs (ilustraciones).
Nº 41 – El día que el sol se enojó con la luna. Rubén Álvarez (texto) y Martha Greiner (ilustraciones).
Nº 42 – Un buen compañero. Susana Navone de Spalding (texto) y Cutting + Gruber (ilustraciones).
Nº 43 – Tamanduá, inventor. Ana María Ramb (texto) y Elba Bairon (ilustraciones).
Nº 44 – La gallina Mediofloja. Hebe Solves (texto) y Luis Pereyra (ilustraciones).
Nº 45 – El carretel de tía Iris. Marta Giménez Pastor (texto) y Claudia Alché (ilustraciones).
Nº 46 – Teodo. Graciela Montes (texto) y Julia Díaz (ilustraciones).
Nº 47 – El abuelo del tatú. Laura Devetach (texto) y Delia Contarbio (ilustraciones).
Nº 48 – Chavukú. Sofía Laski (texto) y Chacha (ilustraciones).
Nº 49 – El cuento del queso redondo. Carlos Silveyra (texto) y Clara Urquijo (ilustraciones).
Nº 50 – Los animales y el fuego. Miguel Ángel Palermo (texto) y Elba Bairon (ilustraciones).
Artículos relacionados:
Ficciones: Dos cuentos de Graciela Montes: «Cuento con odo: Sanchodo curador» y «Sapo verde».
Ficciones: «Los animales y el fuego», de Miguel Ángel Palermo.
Reseñas de libros: El señor Viento Otto, de María Rosa Fínchelman con ilustraciones de Ayax Barnes.
16/10/14 a las 22:34
¡qué maravilla!
Formaron parte de la vida de mis sobrinas y ahora los disfrutan los niños de la nueva generación
17/10/14 a las 20:36
Un aplauso gigante para EUDEBA, que reedito estas historias maravillosas que acompañaron mi infancia y que hoy pueden conocerlas mis hijos.
31/10/14 a las 16:50
«Angelita Celeste Mandini no era una señora…»
La mejor noticia que pude haber tenido hoy! Cómo necesitaba ese cuento de los Príncipes verdes!
10/11/14 a las 15:30
«… ni tampoco una señorita. Angelita Celeste Mandini era una bruja.»
(antes me lo sabía de memoria hasta más o menos la parte del diálogo con su hija Negra Niebla)
Por cumplir 44, ahora se transformaron en lectura de mi hijo de 6.
Tuve (y tengo) «solo» los primeros 24. Los posteriores recién los conocí hace poco, en la biblioteca del jardín de infantes al que fue mi hijo.
No es poco.
22/11/14 a las 14:44
Al ver las tapas de estos libros, se me llenaron los ojos de lágrimas. Tuve varios ejemplares que leí una y mil veces a mi hijo Manuel, que ahora tiene 26 años. Incluso tengo grabado en cassette el cuento Cuidado que vengo yo!… tambièn Así naciò Nicolodo, Teodo, El cumpleaños de Cristina… uno mas hermoso que el otro…. Me gustaría comprarlos, porque ya no los tengo más ¿cómo se puede hacer? . Desde ya muchísimas gracias, Sandra
24/11/14 a las 0:30
Qué bárbaro!!! no pensé que podía encontrarmelos nuevamente, una alegria enorme la literatura de mi infancia, la quiero recuperar para mi hija!!!
29/11/14 a las 2:08
No puedo creer lo que ven mis ojos. De muy chiquito me quedaba horas solo a la noche en mi pieza mirando los dibujos de estos cuentos (todavia no sabia leer). Despues fui aprendiendo. Cuando vi la tapa de Nicolodo!!! que recuerdos tan intimos y secretos.
Muchas gracias por postear esto. Ya mismo me voy a comprar la coleccion para leerselos a mis hijos.
Mucha suerte!!!
1/12/14 a las 9:14
Queria saber donde puedo comprarlos quiero regalerle a mi nieta . Gracias
5/1/15 a las 17:19
Cuanto sabor a hora de la siesta en verano, a mirar y mirar, sin leer por vagancia o por no saber.
Cuanto costo conseguirlos para mis hijos.
Todos maravillosos.
Pd. Cada vez que busco algún libro infantil en internet, aparece una nota en esta web. Será la suerte??
Muchas gracias por las infinitas semillitas que plantan en secreto por el hiperespacio!
8/1/15 a las 10:26
Creci leyendo estos libros!!! que lindos son!!! deberian ser de lectura obligatoria en los colegios!!
22/2/15 a las 11:19
Compré el compilado de estos cuentos, a un vendedor de libros, que nos visitaba en la escuela en donde trabajaba, allá por los años 1977 o 1978. Se llamaba la Cajita de los Cuentos, del Centro Editor de América Latina. Todavía no habían nacido mis hijos. Este libro fue durante años la lectura obligatoria de la noche , cuando se iban a dormir, siempre pedían que se los leyera. aún cuando , ellos ya sabían leer. Son parte de ellos. Y ya son grandes.
Alguien lo tomo, y se lo llevó, y lo perdimos. Y durante años estuve buscando este libro, con todos sus cuentos. Una de mis hijas, ahora, me los va regalando para volver a tenerlos y seguir compartiéndolo.
Que alegría hoy, cuando ordenando los boletines de Imaginaria , leí esta nota.
25/3/15 a las 12:56
Hola Gente de Imaginaria: Estuve con muchos problemas y con poco tiempo para comunicarme. En este momento no estoy trabajando con niños, pero quise dar una miradita a la revista y enterarme qué está pasando con la LIJ.
Lamentablemente no los encuentro y eso me da mucha pena.
Siento no haber contribuido para asegurar la presencia de Uds. en la red.
Espero que sea sólo que no la encuentro por impericia.
Quisiera volver a disfrutar con los valiosos aportes de siempre. Ojalá estén aún allí. Gracias y saludos Marta Mensa
28/3/15 a las 11:14
¡Qué hallazgo, gente hermosa!
Ví alguna de estas obras en una biblioteca de Resistencia, Chaco, hace mucho tiempo. Cuánto de memoria se rescata, en las ilustraciones, los autores, las historias narradas, los personajes.
Agradezco el encuentro. Cómo quisiera tener esta colección para compartirla a mis nietos.
Palmira
10/4/15 a las 23:49
¡Qué lindo! Tengo todos esos! Algunos les perdimos las tapas :( y ahora leyéndoselos a mi hija pensé en conseguirlas para arreglarlos. Hermosos recuerdos de infancia que pasan a otras generaciones. Mi preferido: La carta de Tilín. Gracias.
28/5/15 a las 2:15
quería saber donde los puedo encontrar para leérselos a mi hija y a mis alumnos!!! están muy buenos!!!
6/6/15 a las 0:02
Hermosa noticia!! Celebro esta reedición con cariño y nostalgia. Estos cuentos, en sus ediciones originales llegaron a mis manos cuando era una pequeña niña que recién aprendía a leer y se sumergía en ellos en la Biblioteca de la Dirección de la Escuela primaria donde asistía. Lo mejor de mi amada escuela, una Dirección abierta, que invitaba a leer…Gracias!!
9/8/15 a las 2:39
Consegui en una libreria en oferta Nicolodo viaja al pais de la cocina. Se lo lei a mi hija y quedamos encantadas. Quiere que se lo lea todas las noches.De curiosa me fije la fecha de edicion y es anterior a que yo naciera. Me gustaria conseguir mas de estos cuentos. Gracias
24/8/15 a las 23:54
Por los años 80 me recibía de maestra jardinera y necesitabamos muchísimos cuentos para leer a diario.Esa colleccion nos salvo la vida porque eran accesibles en precio pero de una calidad literaria inigualable.Con otra amiga llegamos a tener todos.Los mejores:Las historias de Teodo.de Graciela Montes.Que epoca Gloriosa para la literatura.Que buena iniciativa Felicitaciones!!!
29/10/15 a las 0:44
Lo mismo que muchos.que inmensa alegría me da recordar esos cuentos. Tengo conmigo solo tres ,desde aquella época ! Y Hace una semana que mi hijo me pide todas las noches que le lea Teodo.
Y recuerdo que para mí también era uno de mis preferidos.
22/2/16 a las 16:35
se pueden conseguir? la coleccion completa?
15/3/16 a las 9:04
Buenos dias,
Soy autor de 2 libros a todo color de tiras comicas de un personaje: ”Falsum, el Falso profeta” para grandes y chicos
Queria saber si les interesaría publicarlo en su revista sin animo de lucro para difundirlo
Le mando saludos
Gabriel Lerman
15 31040043
15/3/16 a las 10:14
Va a hacer dos años que Imaginaria dejó de publicar material nuevo. ¡Saludos!
6/4/16 a las 15:17
Espero que algún día puedan retomar este camino. Hasta pronto.