La Mancha
Papeles de literatura infantil y juvenil

"Graciela Montes, nuestra tres veces candidata al Premio Hans Christian Andersen, cerró el 27° Congreso Internacional de Literatura Infanti y Juvenil IBBY, realizado en Cartagena de Indias, en setiembre de 2000, con una conferencia aplaudida calurosamente por todos los asistentes." La Mancha reproduce el texto completo de la conferencia.

"Según mi modo de ver, todavía hay espacio —y tiempo— para hacerse espacio y tiempo de explorar la incertidumbre. Tiempo y espacio de recoger y de recogerse. El recogimiento es un acto de libertad en un mundo cuyo mandato es la actividad y el espectáculo. Hacer silencio, demorarse, deleitarse, pensar y dejarse tocar por —lo otro— parecen hoy actitudes casi exóticas, que exigen cierto coraje. Y sin duda es así. Hay que ser un poco valiente para permitirse dudar. Para soportar la perplejidad, la maraña, la oscuridad y la inminencia del lobo. También hay que ser algo valiente para animarse a elegir (no deja de ser riesgoso apostar al libre albedrío en un mundo dogmatizado, que dice aceptar la divergencia pero, de hecho, no permite el menor cuestionamiento al santo credo globalizado).

"Hablo en imágenes, claro está. Sin embargo, cada escritor, cada editor, cada lector, cada bibliotecario, sabe de qué estoy hablando cuando hablo de elegir. Sabe que se puede ir de certeza en certeza (o de consigna en consigna, o de moda en moda, o de receta en receta), a las corridas y un poco agachados para no pararse a pensar. O bien hacer un alto, erguirse para ver el horizonte y empezar a avanzar paso a paso por lo incierto, rumbo al bosque. Sin solemnidad, deteniéndonos a recoger nuestra risa, o nuestra dentadura postiza, si es que la fuimos perdiendo por el camino. Con sólo permitirnos este gesto, aunque nuestros asuntos sean sencillos —asuntos de niños—, de algún modo —sencillo también— estaríamos ayudando a refundar un humanismo.

No nos tendrían que preocupar mucho los grandes logros (que son preocupaciones más propias de conquistadores que de exploradores). Alcanza con que demos testimonio de que sigue habiendo un bosque, de que el bosque resiste, y de que todavía se puede jugar en las orillas."

"¿Hay una manera de leer literatura?

"Merece distintas respuestas. Hay maneras de no leer literatura, diría yo. Hay tantas maneras como personas, probablemente, pero la manera ésta de encarar la literatura como te estoy diciendo yo que se puede encarar el arte, la música, el baile, los cuadros, es decir es un zambullirse, un 'estar en', un dejarse llevar y en todo caso la reflexión vendrá después o simultánea, la reflexión no hay que dejarla jamás de lado, pero creo que es muy, muy importante dejarse llevar por, abrirse a mundos que entren por donde deban. Las palabras y los sentidos están muy implicados, muy ligados y nosotros estamos como metidos en esquemas y eso muchas veces se les transmite a los chicos. Si uno va a disfrutar de la literatura tiene que aprender a leer, darse el espacio interno y externo.

"—Vos en tu trabajo hablás de privacidad y autonomía...

"Privacidad para sustanciar la satisfacción del deseo. Yo creo que a uno lo mueve el deseo, siempre, y ese deseo se satisface a través de un acto privado de lectura, eligiendo, seleccionando, disfrutando de determinada manera. No siempre las cosas tienen que ser públicas. A las mujeres nos cuesta mucho tener privacidad para muchas cosas, no solamente para la lectura.

"Es un tema recurrente en vos... la mujer y la lectura y la escritura...

"Sí, porque tenemos que pelearla, me parece a mí, bastante más. Yo creo que todas las personas y las clases sociales estamos opirmidas y determinadas por una cantidad de cosas, pero las mujeres tenemos una problemática bastante fuerte y aún entre las mentalidades más ‘progres’ se ve eso. Yo lo veo te digo desde adentro. Trabajando en talleres, con adultos, lo más difícil de lograr es una cuestión de aprender a aceptarse como persona escribiendo y leyendo, eso es lo más difícil. Que la persona encuentre ese lugar interno y por lo tanto el externo adonde poder. En uno de los talleres había quedado mencionado de la siguiente manera: ‘¿cómo puedo hacer para dejar de escribir debajo de la ducha?’, porque el que va a bañarse tiene su momento de privacidad y autonomía. Y ahí empezamos a investigar todo el tema de la lectura en el baño y otros lugares donde esconderse, robar ese tiempo para leer, y lo contaban con relatos muy dramáticos. Todas las mujeres, mientras leen lo profesional, todo maravilloso, pero cuando tienen que leer una novela hacen como los chicos, con la historieta que ponen dentro del manual... todas hemos hecho eso..."

"Uno de los más destados escritores de literatura para chicos, adolescentes y adultos, autor de Diario de un explorador, Ángeles y diablos, Venecia y Segovia o de la poesía " cuenta sus primeras experiencias como lector.

Reseñas, recomendaciones y comentarios críticos de libros y revistas especializadas. Se incluyen también colaboraciones de Elisa Boland, Cecilia Bajour, Jorge Dubatti y Nora Lía Sormani.