¿Qué hacen las niñas?

Por Marcela Carranza. «Las ilustraciones figurativas y con color de Heidelbach resultan en apariencia cercanas a lo que convencionalmente se considera una ilustración para niños; más convencionales que las de Lear o Gorey, por lo menos. Y sin embargo un sentimiento de lo extraño, indefinido, perturbador nos asalta cuando leemos este libro.»

¿Qué hacen las niñas?
Nikolaus Heidelbach
Ilustraciones del autor.
Traducción de Moks.
Barcelona, Libros del Zorro Rojo, 2011.


por Marcela Carranza

“Cuando explicamos algo, ese algo desaparece. Si algo tiene valor, lo ideal sería que fuera indescriptible.”
Edward Gorey

La filiación con Edward Gorey es casi inmediata. La obra más difundida del autor estadounidense: Los pequeños macabros (1) emite sus resonancias en este libro de Nikolaus Heidelbach.

En el caso de Gorey se desafían los límites impuestos a la literatura infantil a través de la presencia de lo macabro; pero hay algo más en ambas obras, una transgresión aún mayor: un cuestionamiento a la función comunicativa tanto de las palabras como de las imágenes.

En ¿Qué hacen las niñas? palabras e imágenes no se comportan con corrección, no se muestran interesadas en la comunicación como “debería ser” en un libro infantil.

Utilidad del abecedario, género que busca en la redundancia entre texto e imagen la transmisión de información. Género comunicativo por excelencia. Utilidad del abecedario en la enseñanza de las letras, y un segundo objetivo: la formación moral y religiosa de los lectores incipientes. El abecedario, antiguo género que supone la lectura simultánea de escritura e imagen. La imagen repite lo dicho por el texto, el texto está allí para anclar los sentidos de la imagen. Repetición, redundancia para la comunicación, asesinato de la ambigüedad.

¿Es casual entonces que Gorey, como también lo hizo Edward Lear y ahora Heidelbach utilicen el abecedario como punto de partida para sus creaciones? Tres “cronopios” (diría Cortázar) de la literatura infantil recurriendo a un género didáctico por antonomasia para sus delirantes propósitos estéticos.

¿Qué hay en este género antiguo y restringido que en manos de autores como Heidelbach se transforma en algo tan cercano al lenguaje de los silencios, a los límites del decir?

Veintiséis letras que dan origen a veintiséis oraciones. Cada una iniciada por el nombre de una niña que realiza una acción. Este es el texto de la página izquierda. A la derecha una imagen “ilustra” la frase.

A semejanza de formas poéticas de las que el limerick es un buen ejemplo, en el abecedario la exageración del marco dado por la forma permite a autores como los antes nombrados, jugar con la fuga de los sentidos. La transmisión unívoca y clara de información desaparece, la libertad y la ambigüedad se hacen cargo de la situación. Paradoja de los límites que otorgan libertad.

Amaya, Bartola, Cornelia, Electra, Frida, Genoveva, Hipólita, Imperio, Leoncia, Pastora… nombres raros que  ponen en primer plano su sonoridad.

“Bartola se va de paseo.”, “Frida duerme de maravilla.”, “Pastora cuida de su hermano.” son frases correctas, sencillas gramaticalmente, claras, precisas y que aluden a acciones cotidianas. Las ilustraciones figurativas y con color de Heidelbach resultan en apariencia cercanas a lo que convencionalmente se considera una ilustración para niños; más convencionales que las de Lear o Gorey, por lo menos. Y sin embargo un sentimiento de lo extraño, indefinido, perturbador nos asalta cuando leemos este libro.

En algunos casos lo extraño se encuentra en la representación, y así cuando “Amaya toma su merienda.” en la mesa vemos siete personajes de frente, alineados por orden de estatura: Amaya y su sándwich en primer lugar a la derecha, luego un perro de manchas verdes, y a continuación seres indefinidos, no se sabe si animales, muñecos o extraterrestres, para culminar en un pequeño frasco azul. Si “Pastora cuida a su hermano.” todo está muy bien, pero si en la ilustración el niño flota de la mano de su hermana en posición horizontal al suelo, la cosa se complica. Ni qué decir cuando “Virginia no comparte.” y en la ilustración la víctima del egoísmo de Virginia es una gigantesca serpiente con cabeza de mujer.

“Virginia no comparte.”

Pero lo extraño en este libro no se limita al plano del objeto representado o a la transgresión de una verosimilitud de tipo realista; en algunos casos se liga de manera más sutil a la composición de la imagen y al uso de los colores. Este es el caso de Bartola, donde la pequeña “se va de paseo” caminando sobre una gran esfera. Y eso ya es un poco raro, pero además la ilustración pone en primer plano una pared empapelada con una puerta, detrás de la cual la niña está a punto de desaparecer de nuestra mirada. La composición de los colores, en este caso de grises, verdes y marrones (colores predominantes en toda la obra) también resulta inusual en un libro infantil, como sucede en el impactante dibujo de “Frida duerme de maravilla.”, donde la ilustración de carácter onírico ha sido compuesta casi por completo a partir de diferentes tonos de verde.

Frida duerme de maravilla.

Cuando leemos en el texto: “Hipólita hace nuevas amistades.” es difícil imaginar antes de ver la ilustración que el nuevo amigo es un hipopótamo del que apenas vemos su silueta gris. Sin embargo la extrañeza del dibujo no se sitúa en la naturaleza del personaje solamente. Hipólita yace en cuatro patas tras una línea blanca que demarca un límite. Límite que la niña está a punto de franquear. ¿Qué significa ese límite? ¿Qué significa para Hipólita franquearlo?

“Imperio no soporta que la molesten.”, y esto resulta comprensible cuando vemos a Imperio sentada en un mullido sillón rosa con lámparas iluminando su libro. La niña ha interrumpido la lectura, y no sabemos los motivos. Pero hay algo más para ver. El suelo sobre el que se eleva el sillón rosado es una alfombra de cuerpos velludos con rabo, se trata de una multitud de ratas desplazándose en una misma dirección. No hay nada que explique tan espeluznante presencia.

“Imperio no soporta que la molesten.”

“Yolanda se prepara para ver su programa favorito.”, y la imagen muestra una habitación despojada, en colores grises, con un televisor frente a la niña que observa atenta la pantalla iluminada. No podemos ver lo que muestra la pantalla, pero sí una multitud de objetos cortantes cuidadosamente ordenados en torno a la niña: un hacha roja, cuchillos de diversas clases y tamaños, tenedores, una honda y martillos. Resulta imposible saber por qué están esos objetos allí, quizá sí imaginar la naturaleza del programa favorito de Yolanda.

A diferencia de los pequeños en el abecedario de Gorey, aquí las niñas no actúan como víctimas, incluso, da la impresión de que ellas son seres “capaces de terribles diabluras y vilezas” (2). “Olimpia juega al minigolf.”, y el “hoyo” donde embocar la pelota es la boca abierta de otro niño meticulosamente situado para tal fin. En “Cornelia prepara una trampa dulce.” observamos el ángulo de la pared donde en cualquier momento alguna víctima atraída por caramelos se encontrará con la pequeña que sostiene un atizador.

En este libro textos e imágenes callan más de lo que dicen, o en realidad, al callar dicen mucho más. No hay explicaciones, no hay transmisión de información clara y precisa, la comunicación deviene en un juego deliberadamente fuera de control. Los sentidos se multiplican y dispersan. La experiencia de la libertad corre a propia cuenta y riesgo del lector, como bien lo muestran las niñas en la última imagen del libro.

«Zoe y sus amigas nunca se sintieron tan libres.»


Notas

(1) Gorey, Edward. Los pequeños macabros, El ala oeste y El dios de los insectos, editados como libros individuales, forman La fábrica del vinagre (un estuche que recupera el espíritu y el estilo de la primera edición de esta obra triple, publicada en Nueva York por Simon and Schuster en los años ’50). Barcelona, Libros del Zorro Rojo, 2010.

En la contratapa de ¿Qué hacen las niñas? aparece la siguiente cita de Heidelbach: “Aprendí de Sendak, Ungerer y Gorey que en la literatura infantil no existe ninguna limitación”.

(2) Comentario del autor extraído del interior del libro: “Me gusta observar a los niños, ¡les encuentro fascinantes! Son conmovedores y al mismo tiempo capaces de las más terribles diabluras y vilezas. Un estado del que disfrutamos todos en cierto momento, pero que perdemos muy pronto.”

Los lectores interesados en saber más sobre este autor pueden encontrar la entrevista que mantuvo con la periodista chilena Andrea Troncoso, publicada en la sección “Lecturas” de este mismo número de Imaginaria.


Artículos relacionados:

Lecturas: “Los niños tienen derecho a leer historias serias: pueden ser divertidas, trágicas, dramáticas, pero tienen que ser serias.” Entrevista con el ilustrador Nikolaus Heidelbach, por Andrea Troncoso.

Reseñas de libros: Un libro para Bruno, de Nikolaus Heidelbach.

Lecturas: La herejía de lo macabro, por Marcela Carranza.

Lecturas: Edward Lear, los limericks, y el Zoo Loco de María Elena Walsh, por Marcela Carranza.

Reseñas de libros: El nuevo libro del abecedario, de Karl Philipp Moritz.

Reseñas de libros: ABCdarios.

8 comentarios sobre “¿Qué hacen las niñas?”

  1. Graciela Logarzo dice:

    Me impresiona como bello, movilizador e interesante.Voy a tratar de adquirirlo. Soy abuela interesada por la niñez.


  2. MAURICIO KAPLAN dice:

    Soy alumno de varias profesoras. Son múltiples las variaciones de concepto sobre la literatura infantil.
    Soy escritor :siempre aprendiendo para llegar a serlo.
    Cuando nombran que las historias deben ser *serias*, transitan por reales o inspiren realidad?. La fantasía del niño existe ? o es fruto de la disparidad de la vida que se vive ? Donde ponemos la irrealidad de los relatos, de los cuentos, en donde la forma fantasiosa e irreal se mezcla con el entendimiento del niño. No dejamos consignas. Ni valores que cambian con el pasar del tiempo ? Si hablo de extraterrestres estoy hablando como cosa seria ? O le estoy brindando la oportunidad de una posible realidad,remota o pronta. Lo estoy preparando para un mundo que la ciencia ya conoce?. Las metáforas tan maravillosas que lugar ocupan? son serias? pese a llevar una gran carga de fantasía imposible ?.O solo valen para el adulto, aunque el niño tenga el potencial de imaginarlas y adquirirlas en su mente. Si un trueno descarga el rayo, tiene que llegar a tierra o puede dar un giro y atacar la nube ?. Perdonen o puedo estar fuera del aprendizaje que me llena la mente, cuando tengo 78 años y debo explicar la muerte.
    Gracias. Un enorme cariño. Si sigo con tantas preguntas, es que estoy vivo y considero que el tiempo de respuestas no me alcanzan, o vivo la esperanza. Lo mismo en el amor. En un mundo más tolerante y otras, que la ansiedad y la motivacion me hagan sentir «joven». Es serio*estos pensamientos.????


  3. Marta Mensa dice:

    Hola cómo están? Me nutro con sus comentarios, siempre tan esclarecedores y motivadores. Trabajo con adultos dedicados a la literatura para niños:docentes, bibliotecarios, promotores sociales etc. Creé y coordino desde 1998 un grupo de narradores «Abuelos Encantadores de Niños» que narran en forma gratuita en las escuelas, y formé, para la FMG un grupo de «Abuelas Cuentacuentos». Las señoras leen en la escuela más cercana a su domicilio. Además coordino en mi zona talleres de lectura gozosa para niños, fuera de todos los cánones de la lectura en la escuela. Y doy talleres para docentes y otros, de LIJ y NO en talleres municipales en Tigre. Para mí consultarlos permnentemente me pone al día, a veces en las biblio populares no hay libros nuevos, llevo los míos, es decir los de la biblioteca que estor armando para mis futuros nietos. La cuestión es que a veces se dificulta encontrar los libros que Uds. proponen. Dónde se los encuentra, han entrado al país? Podrían dar esa información? Se los agradecería mucho. Necesito mantenerme informada y eso lo consigo con Uds., pero luego no hallo facilmente el material. Gracias por todo Marta


  4. Roberto Sotelo dice:

    Estimada Marta:

    Es muy interesante lo que nos cuenta sobre su trabajo profesional. Felicitaciones por desarrollar tan magnífica tarea.

    Sobre su consulta, le cuento que Imaginaria llega a todos los rincones del planeta y por eso, a veces recomendamos libros que se consiguen en algunos de esos rincones y en otros no.

    Los motivos son diversos: Hay editoriales que publican libros en el país donde se encuentra su casa matriz y luego no los distribuyen a través de las sucursales que abren en otros países. Hay editoriales que no encuentran la manera de que sus libros trasciendan las fronteras de su país de origen. Hay distribuidores que importan solamente algunos títulos de los catálogos que distribuyen. Hay libros que agotaron su primera edición y nunca fueron reeditados. Hay libros que alguna vez fueron distribuidos en uno u otro país y actualmente ya no se distribuyen.

    Pero también sabemos de libreros que hacen lo imposible por conseguir el libro que les pide su cliente. Incluso algunos encuentran la manera de importar libros que nadie trae al país.

    Los libros que recomendamos en Imaginaria se consiguen. Algunos más fácilmente que otros.

    Todos los libros publicados en nuestras secciones «Reseñas de libros» o «Libros recomendados» aparecieron primero en la sección «Libros recibidos». En esa primera aparición también figuran todas las direcciones de contacto de la casa editora.

    Le sugerimos que consulte directamente en la editorial si el libro que está buscando se distribuye en el país o de qué manera se puede conseguir.


  5. josefina perez pieroni dice:

    hola! mi comentario va ser rapido y simple:
    este libro esta muy bueno pero podria se un poco mas corto, pero no biene desde ese lado.
    lo que a mi me inporta es que los dibujos ocupan mucho lugar pero son bastantes lindos.
    bueno eso fue todo nos vemos con otro libri!!!!


  6. Stefy Marti dice:

    Hola, soy maesra de primaria y recien el gobierno de mi pais ha puesto esta obra en sus libros de texto.
    Lo que he leido sobre el autor, es que le gusta contar historias serias y reales a los niños.

    En la ilustracion «Bartola se va de paseo» hay quienes aseguran que bartola es el mismo niño varón de la pagina anterior,(es decir, homosexual) que se ha puesto un vestido para salir, puesto que ambos son identicosen piel, cara y cabello (rapado)…y uno dice…ya que!

    En otra ilustracion, una niña espera en una esquina muerta de frío. Lo interesante es que en la pared de atras se ven grafitis de organos sexuales masculinos y uno a la inversa forma un corazon. Hay adultos que piensan que esta pequeña es en realidad una pequeña prostituta esperando clientes.

    Me ha llamado la atencion una ilustracion de este libro, en la cual «fulana toma vacaciones…» en la cual yace una niña muy pequeña, como de cinco años posando con una mas grande que le agarra de la mano. Ambas con una pared pintada de oceano. puede verse el interruptor de luz en la pared, por lo que «no son vacaciones reales» y la niña pequeña posa realmente desnuda(la tapa el salvavidas). Esta imagen trata sobre pedofilia y prostitucion para algunos de los que la ven y se dan cuenta de la pared falsa.

    En otra imagen de este libro hay dos niñas que parecen jugar a explorarse el cuerpo haciendose cosquillas.Lo que llama la atencion (a diferencia de las otras imagenes)es el escenario. Ambas estan en la oficina de un adulto con muebles que les resultan grandes. es un escritorio y una silla con cosas de oficina. Una de las niñas recostada en la silla de adulto,se hecha hacia atras, levantandose la falda, se ve casi desnuda, en tanga (pura piel) mientras la otra le hace cosquillas en el cuerpo con un pincel. En lo personal, viendo el resto de las imagenes me parece que el libro usa tendencias subliminales, subersivas, de tendencia homosexual y sadomasoquista que incluso alientan a la pedofilia, trata y prostitucion de menores. Por supuesto, tratando de acostumbrar a los menores a acontecimientos de esta naturaleza como algo normal».
    No lo recomiendo para el desarrollo sano ni mental ni social de ningun menor. Francamente no me importa la trayectoria del ilustrador, para mí es una persona enferma o que le pago alguien perverso para hacer esta obra.


  7. Lucía dice:

    Mi comentario será muy breve. Como una simple mamá les comento que ese libro le produciría pesadillas a cualquier niño. Sinceramente no lo compraría para mi hija.


  8. pamela dice:

    Adquirí el libro y lamentablemente viene mal compaginado …las ilustraciones no concuerdan con la historia, es fácil darse cuenta ya que cada historia comienza con el nombre de una niña ordenado de manera alfabetica , sin embargo el orden esta notablemente alterado desde la j a la p.