Kashtanka

De Antón Chéjov, con ilustraciones de Eleonora Arroyo y traducción de Laura Wittner.Reseña por Raúl Tamargo. «La edición de Tres en Línea merece una mención aparte. El libro está copiosamente ilustrado, a color, y la mayor parte de los dibujos están presentados a página completa. La solapa de tapa incluye una breve biografía del autor. La responsable de la traducción aparece mencionada en la portada, en el mismo nivel que la ilustradora, y el colofón presenta, en dos párrafos, la historia de la tipografía elegida.»Kashtanka
Antón Chéjov
Ilustraciones de Eleonora Arroyo.
Traducción de Laura Wittner.
Buenos Aires, Ediciones Tres en Línea, 2012.

Por Raúl Tamargo

Como la mayoría de los relatos de Chéjov, Kashtanka cuenta una historia sencilla y de manera cristalina. Trata de las peripecias de una perra —cuyo nombre da título al cuento— que pierde a su dueño en una caminata y es rescatada por un artista de circo. El recorte temporal elegido por Chéjov abarca desde el mismo momento en que se pierde hasta el momento en que, ya convertida ella en artista, reencuentra a su viejo amo, entre la multitud del público. No es un recorte caprichoso porque la fábula parece querer describir la extrema fidelidad que un perro puede mostrar hacia su dueño.

En este sentido, interesa observar las diferencias entre los dos hombres que le dan cobijo. El primero de ellos es carpintero, afecto al alcohol y le dispensa a Kashtanka un trato regular. La alimenta pobremente, le grita y hasta le da algún que otro golpe. Quien la rescata de la calle, por el contrario, le dispensa los mejores tratos. Se muestra cariñoso, la alimenta en abundancia y trata de comprender sus necesidades y sus estados de ánimo. La aloja en una sala que comparte con un ganso y un gato. Para ciertos ejercicios, también estará presente un cerdo. Los animales han sido adiestrados para un número de circo que el hombre representa todas las noches.

El foco de la narración está muy próximo a la protagonista, de manera que las descripciones son fragmentarias. El lector sabrá que el hombre entra en la sala, a diario, acompañado por un cerdo y que dispone algunas órdenes cuyo resultado es algo a lo que llama “pirámide egipcia”. El lector sabrá que por las noches, el hombre sale de la casa acompañado por los tres animales. El lector sabrá que la noche en que Kashtanka debe reemplazar al ganso, “El trineo se detuvo en una casa grande y de aspecto extraño, como si fuera un cucharón dado vuelta”.

No se trata de un procedimiento de ocultamiento, sino de un esmerado apego al punto de vista elegido para la narración: el de Kashtanka (1) . El resultado implica para el lector cierto esfuerzo de anticipación, el que se verá facilitado, en esta edición, por las ilustraciones de Eleonora Arroyo.

Este mismo recurso le permite a Chéjov desplegar la idea que parece tener acerca de la capacidad de los animales para percibir la proximidad de la muerte. En el capítulo VI, el ganso Ivan Ivanitch enferma y muere. Previo al desenlace, Kashtanka cree percibir la presencia de un extraño a quien “no se lo podía morder, puesto que no se lo veía y no tenía forma alguna”. La presencia desaparece una vez que Ivan Ivanitch muere. Tampoco aquí está expresamente mencionada la muerte. Se trata de una alusión que el lector deberá interpretar.

A lo largo del relato, quedará claro que el nuevo hogar de Kashtanka es más acogedor que el anterior. Nuestra protagonista recibe mejores atenciones y ha entablado, no sin dificultad, cierta amistad con el gato Fyodor Timofeyitch. A esta altura, el lector ha logrado encariñarse con los nuevos personajes y la nueva situación. Sin embargo, el final lo obligará a reubicarse. Resulta inquietante que Kashtanka se sienta feliz de regresar con su viejo amo. La fidelidad de los perros hacia los hombres es un tópico conocido. Chéjov mantiene fidelidad hacia él, por encima de las expectativas de justicia que el relato puede haber ido creando. Pero además, la fábula parece encerrar una defensa de la identidad, toda vez que la protagonista, al recuperar su viejo hogar, también recupera su viejo nombre. (2)

Si hay un rasgo saliente en los relatos del maestro ruso, es el de crear en el lector la extraña sensación de estar frente a una historia mínima, casi trivial y, a la vez, inyectar en él, la imperiosa necesidad de volver a leer. Kashtanka no es la excepción.

La edición de Tres en Línea merece una mención aparte. El libro está copiosamente ilustrado, a color, y la mayor parte de los dibujos están presentados a página completa. La solapa de tapa incluye una breve biografía del autor. La responsable de la traducción aparece mencionada en la portada, en el mismo nivel que la ilustradora, y el colofón presenta, en dos párrafos, la historia de la tipografía elegida.


Notas

(1) Kashtanka es el nombre de la perra protagonista. En ruso, quiere decir castaña.

(2) El hombre que la recoge en la calle la ha rebautizado Tía.


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Miscelánea: 23 de Abril: Día Internacional del Libro y el Derecho de Autor (afiche diseñado e ilustrado por Eleonora Arroyo).

 

 

9 comentarios sobre “Kashtanka”

  1. Magdi Kelisek dice:

    Como siempre Eleonora, tus ilustraciones son una fiesta para la mirada. Esa síntesis encantadora de la forma, el encuentro ideal del color. Pura magia!
    Felicitaciones y un beso grande.
    Magdi


  2. David Wapner dice:

    El nombre de la taraductora figura en forma destacada porque Laura Witner es una de las voces más destacadas de la poesía contemporánea y uno de los referentes de la poesía de los años 90 en la Argentina. No se desde que lengua tradujo Kashtanka, pero el texto logrado debe estar a la altura de este cuento que recuerdo tanto. Faltan buenas traducciones para la lijatura argentina, bienvenida Laura.


  3. David Wapner dice:

    Errata: Laura Withner, con «th».


  4. admin dice:

    Gracias, David. Pero confirmamos que es Wittner, con doble t.


  5. Roberto Sotelo dice:

    Señor David Wapner:

    El apellido de la señora Laura Withner que usted conoce se escribirá con «th». En cambio, la traductora del libro Kashtanka (que tengo en mis manos) se apellida Wittner, con «tt», tal como apareció en la reseña que publicamos.


  6. David Wapner dice:

    Tienen razón, Imaginaria, y no fue mi intención corregirlos a ustedes sino que la errata me la destiné a mí, que escribí con
    una sola «t», pero mi astigmatismo me jugó una mala pasada. Laura Wittner, ella misma. Un abrazo. Gracias.


  7. Carolina dice:

    espero con ganas poder leerlo, los dibujos son encantadores y coincido en la conjetura con david wapner, la traducción seguramente será de calidad y belleza.
    dónde se consigue el libro? no conozco la editorial


  8. Roberto Sotelo dice:

    Para Carolina:

    En la página web de la editorial, http://www.tresenlinea.com, hay un listado con las librerías que tienen el libro Kashtanka.


  9. Laura Wittner dice:

    Hola; recién hoy me encuentro con esta conversación. Muchas gracias por la reseña y muchas gracias, David, por tus palabras. Creo que el libro quedó muy lindo.

    Y sí: es con tt.

    Saludos a todos/as.