Cos

«Para mí ilustrar es irme de viaje. Es fantástico, viajo sin pasajes, sin equipaje, sin transportes ruidosos. Viajo sin saber a donde voy.» Datos biográficos, método de trabajo y galería de obras de la ilustradora y artista plástica argentina. (Informe por César Da Col.)

Informe preparado por César Da Col

«Para mí ilustrar es irme de viaje. Es fantástico, viajo sin pasajes, sin equipaje, sin transportes ruidosos. Viajo sin saber a donde voy. ¡Eso me encanta! El viaje llega distinto a otros, escrito en un papel. Viajo con la aventura que comenzó un escritor, y que como lector privilegiado continúo. Privilegiado porque soy uno de los primeros en leer la historia y en reinventarla, ponerle un poquito de ese otro mundo que no usa palabras. Luego serán dos lenguajes en danza los que registraran los próximos lectores; para continuar con su propia aventura, ponerle sonido, olor, tiempo, memoria.»

Cos (seudónimo de Constanza Clocchiatti) nació el 19 de noviembre de 1967 en la ciudad de La Plata, provincia de Buenos Aires, Argentina. Es ilustradora y artista plástica. Estudió en el Bachillerato de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata, y de allí continuó su carrera artística en la Facultad de Bellas Artes de la misma universidad. En ambos estudios se orientó hacia el Grabado.

Sobre sus primeras influencias artísticas y sus lecturas de infancia, Cos nos comenta: «Tengo referentes, no solo por su trabajo sino por su calidad humana: Juan Lima, un poeta de la imagen y la vida; Mirta Colángelo, sensible y aguerrida, que me permitió colaborar con un maravilloso proyecto con un grupo de chicos del Patronato de la Infancia en Bahía Blanca; Lilia Lardone, franca y enérgica. Me dan fuerza y compañía a la distancia.»

«Como siempre fui introvertida -continúa la ilustradora-, dibujar era un mundo ideal. Mi mamá compraba revistas para niños. Billiken por ejemplo, y clasificábamos los artículos de esa y otras revistas de divulgación en carpetas de contenido similar; ciencias por un lado, matemáticas por otro, historia y arte. Y cuando no sabíamos qué hacer, pues mirábamos libros, revolvíamos carpetas, sacábamos tijeritas, hacíamos actividades. Recuerdo muchas revistas y álbumes de figuritas para llenar en mi infancia. Veranos enteros en el campo -en el interior de la provincia de Buenos Aires- leyendo la increíble Mafalda, Boggie el aceitoso, y la maravillosa Hortensia que coleccionaba mi tío; disfrutando de bellos libros de arte de mi tía; libros viejísimos de poesía de mi abuela que daban alergia apenas uno los abría. Mi vecinita tenía muchos Asterix que copié hasta cansarme».

Pero, a modo de reflexión, la artista confiesa: «Creo que la influencia de los libros es importante, pero nada es tan movilizador como la experiencia directa, el diálogo con una obra real en el espacio real o la vivencia con el otro. Para mí fue una influencia enorme asistir a una escuela de arte. En ella, además de una formación general orientada a lo estético, contaba con los talleres de pintura, escultura y grabado».

Cos trabaja en su taller y dicta clases desde los 19 años y continúa haciéndolo. Participó en salones, ferias y muestras. Realizó objetos por encargo y piezas para vender en locales comerciales de arte y diseño. Ilustró cuentos y textos escolares para diversas editoriales.

Para ver más trabajos de la ilustradora, hay que visitar su blog (masymascos.blogspot.com). Para comunicarse con Cos hay que escribir a cloclo@infovia.com.ar.

Así trabajo

por Cos

Diferencio el trabajo. Hay propuestas más emocionantes y otras más rutinarias. Las libertades cambian en unas y otras. Unas abren tiempos y espacios poéticos (los libros); otras deben ser ágiles y descriptivas (los manuales) porque buscan ejemplificar, esclarecer, es mucho trabajo (en cantidad de dibujos en general) y siempre es tarde.

Apenas recibo la propuesta entro como en un estado de inmersión, como si me encerrara en una burbuja sin sonido, agudizando todos mis receptores, plena de emoción, me entrego a la lectura.

Así encuentro el carácter de la imagen, el clima que va a tener. Eso me sugiere o determina la técnica.

Muestro ilustraciones ya terminadas para que sirvan de ejemplo.

Boceto en un papel cualquiera la idea general, hago varios dibujos, los pulo.

Hago una propuesta, dialogo hasta ponerme de acuerdo con quien me contrata acerca de lo que busca como imagen, para saber si da o no con alguno de mis perfiles. Lo que hago es variado, no sólo hago lo que muestro aquí; lo que muestro aquí es lo que más me divierte. También trabajo con la computadora en lo que llamaría imágenes más convencionales.

Generalmente trabajo en cartón comprado o encontrado, el papel no me deja tranquila. Hay cosas que en un papel no se pueden hacer: no se puede pegar algo pesado, ni martillar para hundir o hacer texturas. Los preparo haciendo bases irregulares, para jugar con ello en el proceso de la pintura.

Los últimos trabajos que hice fueron muy divertidos. Trabajé con relieves, levantando y torciendo partes de los dibujos hechos en cartón. A veces el cartón que uso es comprado, a veces uso la parte de adentro de las cajitas de tortas o gelatinas, soy una fanática del reciclado de las cosas. Incorporo cosas de lo más variadas para crear detalles, botones, balines, alambres, hilos, tachuelas, arandelas, fideos…

Estas partes (las levantadas, y los relieves de los elementos incorporados) producen sombras, simpáticas o dramáticas. Armo el objeto y luego lo fotografío. La fotografía es la ilustración final.

Ocurrió que en las editoriales, se enamoraban de los originales, y muchas veces los adquirieron, o me los pidieron para mostrarlos. Eso me dio mucho placer. En esa experiencia se cierra el ciclo, entre lo que hacía antes, en mi vida previa a la ilustración y esta etapa, en donde además de la imagen, también circula el objeto en sí.

Así fueron hechas las ilustraciones de Mitos, cuentos y leyendas de Latinoamérica y el Caribe (Buenos Aires, Aique Grupo Editor / Bogotá, Babel Libros, 2007) -un libro de la Coedición Latinoamericana en el festejo de su 25° aniversario-, que quedó muy bello gracias a la diseñadora (Fabiana Barreiro) y a la buena impresión.

Tengo ganas de seguir investigando sobre esto y sumarle procesos digitales arriba. Aunque mi mayor fuente de placer, es el pegoteo real.

Obras de Cos

«Besos de chocolate». Acrílico y témpera. Ilustración para el libro El baúl de mis fiestas de Javiera Gutiérrez (Buenos Aires, Editorial Altea, 2004).

«Calesita». Un regalo-objeto construido con material de desecho y pintado. 2004.

«Ellallora». Collage de papel, gomaespuma y porcelana sobre cartón, acrílico. Inedito.

Ilustraciones para el libro Los Picucos, con texto de Lilia Lardone (Córdoba, Comunicarte Editorial, 2006).

Ilustración para el cuento «La mulata de Córdoba», del libro Mitos, cuentos y leyendas de Latinoamérica y el Caribe (Buenos Aires, Aique Grupo Editor / Bogotá, Babel Libros, 2007).

Ilustración para el para el cuento «El hombre que robó los chivos», del libro Mitos, cuentos y leyendas de Latinoamérica y el Caribe (Buenos Aires, Aique Grupo Editor / Bogotá, Babel Libros, 2007).

Ilustración para el para el cuento «Sopa de piedras», del libro Mitos, cuentos y leyendas de Latinoamérica y el Caribe (Buenos Aires, Aique Grupo Editor / Bogotá, Babel Libros, 2007).

Ilustración para el libro Una pelota en la laguna (Uma bola na lagoa) de Marcos Carvalho (Córdoba, Editorial Comunicarte, 2007. Edición bilingüe castellano-portugués).