Informe preparado por César Da Col

"Ilustrar es contar a través de dibujos e imágenes un aspecto sensorial que el texto no llega a transmitir por sí mismo. Pero de esto ya se ha hablado bastante. En mi caso personal, más que ilustrar textos me dedico a hacer diseños ilustrados para remeras y portadas de CDs para chicos. Es un poco como crear un póster, una imagen con un fuerte impacto visual en lo que hace a los colores, la proporción de las imágenes y el uso de las tipografías. Yo me gano la vida haciendo remeras ligadas al tango, la ciudad de Buenos Aires y la fauna de nuestro país. Empecé a hacer esto cuando todo llegaba de afuera. Después de muchos años difíciles, pensé ¿Por qué no ilustrar estos temas desde mi filtro? Esto jamás lo van a poder importar desde Taiwán."

Despuntó su pasión por el cine concurriendo a los talleres dictados en el Centro Cultural Rojas de la Universidad de Buenos Aires (fue redactor y colaborador de la revista argentina sobre cinematografía El Amante .).

"No podría decir que haya recibido la influencia directa de un artista (Disney aparte) sino de una atmósfera de ebullición cultural que se vivía en Buenos Aires a mediados de los '60 ", sostiene Eisen al hablar de los artistas que admira desde pequeño. "Recuerdo con fascinación las escenografías de las obras del Teatro San Martín, las vidrieras de la galería Churba, y las artesanías de Mana en la Galería del Este, en la calle Florida. Hay un montón de 'artistas invisibles' que dejaron sus huellas en mí."

De niño, Eisen pasaba horas en la sedería de su tío: "Mi tío vendía las telas y las sedas más suntuosas que te puedas imaginar. Cuando yo llegaba a la mañana, el olor a anilinas y apresto, concentrado en el ambiente, era tan fuerte que te hacía llorar y picar la garganta. Estoy casi seguro que esas tintas, esos colores, y esos estampados (diseñados por artistas anónimos), se fueron impregnando en mi cuerpo y en mi alma. Y tiñen mi trabajo de hoy."

Dentro del campo de la literatura infantil, Sergio Eisen rescata la creatividad de la colección "Los cuentos de Polidoro", del Centro Editor de América Latina, y reclama con entusiasmo: "¡¿Es que nadie piensa reeditarlos?!". También admira a Laurent de Brunhoff, "por sus sencillas (a los ojos de un niño) y complejas (para la mirada adulta) ilustraciones de los libros del elefante Babar".

A partir de 1982, y por el transcurso de 10 años, Eisen se desempeñó como director creativo de la firma "Gofios y Manías", especializándose en la creación y comercialización de productos de decoración y souvenirs. Entre sus últimas ocupaciones profesionales realizó objetos preparados con sus ilustraciones para los stands de venta de los Museos de Ciencias Naturales de La Plata y Bernardino Rivadavia de Buenos Aires; ilustró para la empresa discográfica RGS Music (portadas de CDs), para Ediciones SM (el libro Papelito viajero), y para la editorial Atlántida (libros de la serie "Dibucuentos"). También se desempeña como director creativo de su propia firma ("Sergio Eisen"), especializándose en ilustración, creación y comercialización de productos y souvenirs para el merchandising del turismo.

"En mi caso personal, más que ilustrar textos me dedico a hacer diseños ilustrados para remeras y portadas de CDs para chicos. Yo viví mi infancia en los años sesenta, en plena psicodelia pop; así que para mí la idea de ilustración está muy asociada al mundo de los posters y de las enormes y bellísimas tapas para los discos de vinilo que colgaban de las vidrieras de las disquerías. Me encantan los colores planos, propios de esa época, y cuando alguien me pregunta dónde aprendiste a combinarlos, les contesto que todo está en La Pantera Rosa y en El Submarino Amarillo. Para mí ilustrar un cuento es bastante arduo porque nunca llegué a dominar la técnica de la perspectiva. Es más fuerte que yo, y creo que abandoné Arquitectura por ese motivo. Por eso me encanta como dibujan los chicos; ellos dibujan una mesa con frutas como una imagen rebatida sin profundidad. Antes vivía esta limitación de contar en tres dimensiones como una falencia, pero con el tiempo me di cuenta que, por el contrario, podía explotarla y hacer de ella mi propio estilo. Me siento mucho más a gusto con los ilustradores del medioevo que con los renacentistas."

Sergio Eisen nos cuenta en detalle acerca de sus trabajos:

• Souvenirs, turismo: "A mí todas las imágenes asociadas al tango me parecían bastante melancólicas. Para evitar esa sensación, experimenté combinarlas con los colores chirriantes propios de los cartoons y el resultado quedó, al menos para mí, bastante más alegre." "Ilustrar la ciudad de Buenos Aires sin poner el obelisco no parecía una tarea sencilla; decidí entonces reflejarla a través de imágenes más cotidianas: el cafetín, la verdulería de barrio, el colectivo 60." "Recrear el tema de los dinosaurios vino por el lado de mis chicos y de Jurassic Park. Algunos me dicen que los dinosaurios no eran naranjas o turquesa. Pero tampoco se sabe con certeza de qué color eran; entonces ¿por qué no jugar con ellos? Lo bueno de todo esto es que no hace falta usar la perspectiva. En cierto sentido una remera es una especie de "póster caminante" que me permite recrear ese universo pop, ese estilo de imagen que vive dentro de mí."

• Cubiertas de compact disc (RGS Music): "Luego vinieron los trabajos por encargo, como ocurrió con las cubiertas de CDs para colección 'Babies go...' (Beatles, Mozart, Rolling Stones, etc.) para el sello RGS Music". Hacer estas ilustraciones de "portada" con temas tan afines a mí era un verdadero banquete. No tenía limitaciones en la cantidad de colores que podía usar (cosa que sí ocurre en las remeras: no más de 7 por motivos técnicos) y hacer algo con los Beatles era el sumun. Es una pena que muchos de estos trabajos sufrieran modificaciones en la impresión definitiva."

• Papelito viajero (Ediciones SM): "Como soy un enamorado del estilo de Quentin Blake, el ilustrador de casi toda la obra de Roald Dahl —Matilda, Las brujas, Charlie y la fábrica de chocholate, etc.) me pidieron que captara esa frescura para ilustrar Papelito viajero, un libro muy pequeño que acompaña a un texto escolar de Ediciones SM. El texto era muy difícil de abordar porque el personaje, a lo largo del relato, pasaba de persona a papel de diario con un telón de fondo que incluía: una estación de tren, un aeropuerto, una terminal de micros, una ciudad, etc. Cuando el personaje se transformaba tenía que mostrar toda la secuencia del cambio como en una animación. Para los fondos me pedían "perspectivas". Creo que el resultado fue algo lindo, sobre todo gracias a la dedicación y sensibilidad que pone el equipo de SM en todos los trabajos que hacen."

• Serie "Dibucuentos" (Editorial Atlántida): "Me encargaron los dibujos para varios libros de esta colección. Son historias con pictogramas, es decir, se reemplazan muchas palabras dentro del texto por dibujos. Y así, mientras leen o les leen, los chicos asocian la imagen con la palabra. Juro que este trabajo fue algo así como participar de una maratón del dibujo. En cada uno de los cuatro libros se debía incluir 5 láminas y alrededor de 80 viñetas. Yo saltaba de un "buey" a un "gato", de un "barrio" a una "metrópolis", y de un "forzudo de circo" a un "cantante de rock bipolar". Fue algo surrealista pero muy estimulante. De repente aparecían palabras como "invierno", que yo no sabía como dibujarlas. En este caso uno puede representar un lago nevado o una persona con bufanda y sobretodo, pero la idea platónica de invierno, tomada en su esencia, era algo casi imposible de reflejar. La verdad es que trabajé muchísimo y creo que el hecho de ser tan minucioso y detallista iba en contra de la síntesis y el criterio de decodificación inmediata que pedía a gritos este tipo de libros."

"En la actualidad, y por primera vez, estoy aplicando criterios de marketing para mejorar la imagen de mi producción. La verdad es que lo tomo como un juego y me resulta bastante divertido esto de pensar en marcas y etiquetas. Antes veía esto de hacer remeras como un género menor dentro de la actividad artística, pero hoy me siento muy contento cuando una mamá me cuenta que su nene no quiere sacarse la remera de Dinos por nada del mundo. Por otro lado estoy integrando a la ilustración la escritura de cuentos. A mí siempre me encantó escribir y estoy trabajando en una pequeña historia, pero veremos como queda. Como soy incapaz de hacer más de una cosa al mismo tiempo, las ilustraciones vendrán después. Como no tengo a nadie que me mande, me tomo mis tiempos."

Durante los fines de semana de mayo y junio de 2006, expone sus producciones en El Dorrego, durante la muestra de productos de diseño convocada por el Centro Metropolitano del Diseño.

Para contartar a Sergio Eisen hay que escribir a sergioeisen@gmail.com. Pueden verse más de sus trabajos visitando su sitio www.sergioeisen.com.ar.

Así trabajo

por Sergio Eisen

En general cada trabajo impone un acercamiento diferente y en esto recae el verdadero desafío.

No sé hacer las cosas "de taquito", cuando empiezo a hacer un dibujo me siento como si fuera la primera vez que agarro un lápiz. Como regla número uno me nutro de imágenes para inspirarme. En uno de los cuentos para la editorial Atlántida me sentía perdido. El cuento trataba sobre una tostadora eléctrica que se escapaba de la casa donde vivía. Como la historia trataba sobre electrodomésticos se me ocurrió ambientar la ilustración en los años '50, en la Era Atómica, cuando surge la idea del "hogar eléctrico". Con esa idea en la cabeza se me fue facilitando el resto. Me puse a ver comedias de Dorys Day y Rock Hudson para ver cómo eran los decorados y los colores que se usaban en las imágenes de esa época. Mi hijo Martín me busco en Internet modelos de tostadoras de los '50 y me fui sumergiendo en ese estilo visual a través de un par de revistas Life que tengo en casa. Para mí esta parte del trabajo resulta muy divertida.

Con todo esto en la cabeza dejo pasar dos días, cierro todo el material y me pongo a bocetar para ver que sale. Una vez que surgen las ideas, vuelvo a abrir los libros y empiezo a pulir los dibujos.

Este libro lo trabajé con tintas pero en general coloreo en la computadora una vez que el dibujo fue pasado en tinta. Es increíble poder probar 25 colores de fondo en media hora sin tener que esperar a que sequen los acrílicos o tener que redibujar todo otra vez cada vez que se quiere probar un cambio. En este sentido la tecnología es fantástica. Creo que alguien que se dedica a la pintura artística debería aprender a manejar el Illustrator y el Photoshop para previsualizar sus ideas antes de pasar al óleo o al acrílico. Además de la inmediatez ocurren cosas muy locas. A veces me equivoco, aprieto la tecla o una función equivocada y aparece en la pantalla una imagen nueva que jamás se me hubiera ocurrido.

Por otro lado es muy interesante combinar lo que sale de la impresora con un tratamiento artesanal posterior. En este momento, por ejemplo, estoy experimentando con pasteles, retocando a mano sobre la impresión digital para atenuar su dureza.

Obras de Sergio Eisen

Cubiertas de los CDs Babes Beatles y Pintando Canciones
(RGM Music).

"Jungla de Dinosaurios".
Dibujo estampado en una remera.

"Forzudo". Ilustración para el libro El circo va en tren, de Nataniel Costard (Buenos Aires, Editorial Atlántida, 2005; colección Dibucuentos).

"Pablo la mosca". Ilustración para el libro Las horribles canciones de Pablo Mosca, de Nataniel Costard (Buenos Aires, Editorial Atlántida, 2005; colección Dibucuentos).

"Sandía". Inédito. Pintura hecha en acrílico (100x70 cm).

"Argentina y sus vacas"