El trapito feliz
De Tony Ross. Reseña por Marcela Carranza. «Para los pequeños cualquier objeto puede ser un juguete si se lo priva de su identidad habitual, de su utilidad. De este modo un trapito es una nave espacial, una alfombra mágica o un oso gruñón. A diferencia de los adultos de la historia de Pablo y Lucy, Tony Ross parece decidido a jugar él también como lo hacen los niños pequeños y nos invita a todos a participar del juego.»
Tony Ross
Ilustraciones del autor.
Traducción de Catalina Domínguez.
México, Fondo de Cultura Económica, 1994. Colección Los especiales de A la orilla del viento.
por Marcela Carranza
«El niño que cabalga sobre un palo y se imagina que monta a caballo, la niña que juega con su muñeca y se cree madre, los niños que juegan a los ladrones, a los soldados, a los marineros, todos ellos muestran en sus juegos ejemplos de la más auténtica y verdadera creación.»
L.S. Vigoskii (*)
Tomamos el libro entre nuestras manos y no sabemos cuál es el inicio, por dónde empezar a leer. Porque la contratapa habitual que nos indica «la salida» ha desaparecido. Tenemos dos tapas, dos «entradas» al libro, ambas con el mismo título y autor, aunque invertidas, con diferentes colores y personajes. Un niño en una, una niña en la otra, sosteniendo en forma idéntica lo que imaginamos es «el trapito feliz».
Nos decidimos azarosamente por una de las tapas e iniciamos la lectura de la historia de Pablo. Como en otros libros de Tony Ross el contrapunto entre la imagen y el texto genera el efecto humorístico. Esto se da especialmente cuando quienes hablan son los adultos dirigiéndose al niño. De este modo la tía Carlota reprende a Pablo señalándole que el trapito feliz le hace ver como un tonto, mientras en la ilustración ella luce atuendos y maquillajes que provocan risa inclusive al perrito de Pablo. El abuelo fumando una pipa de la que salen chispas y abundante humo dice a Pablo que llevar «esa cosa sucia a la boca» le hará daño, y su tío Sid le trata de bebé por jugar con un trapo mientras él parece muy entretenido con un avioncito de juguete. La contradicción entre las palabras de los adultos en el texto y «los hechos» narrados por la imagen produce un efecto de distanciamiento crítico no exento de ironía ante estos personajes y sus dichos. A cada página donde los adultos reprenden a Pablo se le opone una forma distinta en la que el niño juega con su trapito feliz. De este modo, para el niño su trapito es nave espacial entre las estrellas; barco pirata que navega hacia el mar Caribe; armadura para desafiar dragones.
En el parque un ruido espantoso dará lugar a la última transformación del trapito en alfombra mágica.
Se trata de una visión aérea de la escena. Hay texto por encima y por debajo de la ilustración. El segundo está invertido. Si queremos leer la otra historia, debemos comenzar de nuevo y dar vuelta el libro.
Nos encontramos con la misma portada, pero ahora la historia es de Lucy. El trapito feliz acompaña a Lucy a todas partes y la hace sentir segura, pero sus padres insisten en querer quitárselo. Papá y mamá no pueden ver otra cosa que un trapo sucio al que hay que arrojar a la basura o al lavarropas, mientras para Lucy el trapito es el gran oso gruñón que la cuida.
Lucy al igual que Pablo lleva su trapito al parque. Ambas historias y sus personajes confluyen en la misma imagen a doble página, donde efectivamente un aterrador oso blanco persigue a Pablo que huye en su alfombra mágica en el centro del libro.
El niño que juega es un creador, está construyendo un mundo en el que puede entrar y salir cuando se le antoje. Dentro de ese mundo producto de su imaginación el niño se siente dueño y señor. Para los pequeños cualquier objeto puede ser un juguete si se lo priva de su identidad habitual, de su utilidad. De este modo un trapito es una nave espacial, una alfombra mágica o un oso gruñón. A diferencia de los adultos de la historia de Pablo y Lucy, Tony Ross parece decidido a jugar él también como lo hacen los niños pequeños y nos invita a todos a participar del juego. El trapito feliz pone de manifiesto aquello que es evidente para cualquier niño, pero no tanto para los adultos: un libro es también un objeto. Un objeto que se manipula entre las manos, que se puede dar vuelta, girar, abrir y cerrar, oler, apilar, un objeto con el que se puede jugar, y por lo tanto, crear.
(*) Vigoskii, L.S. La imaginación y el arte en la infancia (Ensayo psicológico). Madrid, Akal Ediciones, 1996. Colección Básica de Bolsillo Akal, Biblioteca de ensayo.
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14/5/09 a las 13:00
Bello! Grande! o mejor, pequeño! Tony que maestro!…salgo corriendo a consegui mi trapito feliz, yo quiero uno!.
(Hermosa reseña). Romi
15/5/09 a las 20:52
increíble, toda mi infancia (ponele de los 2 a los 5,6 años) tuve un trapito.. y me regalaron ese libro porque no sabían como sacarmelo de encima! jaja..
16/5/09 a las 10:47
Perfeito. Fiquei com muita vontade de conhecer o livro. Obrigado.
18/5/09 a las 16:32
Yo tambien corro a comprarlo!!! y voy a poner un post en mi Blog ahora mismo.
Magnifica eleccíon!saludos, Daniela
8/6/09 a las 12:55
Gracias Marcela por el comentario del Trapito Feliz y por citar a Vigoskii,Caminos para explorar.
Yo tambien quiero ese Trapito Feliz «Doble»
13/8/10 a las 12:13
No encuentro este libro en ninguna libreria
12/9/12 a las 14:26
Muy buena reseña, comprare el libro para leerselo a mi nieto. Muchas gracias!!!
27/7/14 a las 0:40
Querid@s compañer@s quiero compartirles una experiencia en mi hogar de bienestar,hace unos años atras me llevaron un niño que le tenían que llevar el trapitos ara poderse quedaren el hogar, YO los primeros días lo acepte, luego se lo cogía cuando veía el niño entretenido y lo escondía el niño lo buscaba y ami me daba pesar y se lo devolvía, pero me daba rabia por que no lo dejaba ni lavar, entonces fue cuando llego a mis manos este libro,lo leí y lo comprendí pude comprender mejor todo lo que pasaba por este cuerpo lleno de imaginación,emoción, sensibilidad, con tantas ganas de llenar vacíos (ausencia de la madre, olor de la madre,aceptar ser cuidado por otra persona particular) ese trapitos lo llenaba todo. Por este motivo siempre tengo solo palabras de agradecimiento a DIOS por haberme permitido trabajar con ICBF, también darles las gracias a todas las personas que conforman el equipo de FIESTA DE LA LECTURA, POR SU SENCILLEZ, HUMILDAD, CARISMA, MOTIVACIÓN,RESPETO, AFECTO Y GRAN COMPROMISO QUE TIENEN PARA CON NOSOTRAS Y LOS NIÑ@S
27/7/14 a las 0:44
quiero comparti esta experiencia por que muchas veces uno comete errores con los niñ@s si darse cuenta,
18/9/14 a las 12:32
Hola amigos de >Imaginaria, esta maravillosa página me ha brindado valiosísima información sobre autores y obras en mi trabajo como docente. Estoy particularmente interesada en este maravilloso autor, Tony Ross, y necesito encontrar varios de sus títulos, saben dónde pueden conseguirse? Soy de La Plata, provincia de Buenos Aires, Argentina. Agradecería mucho la información. Saludos.