223 | PortadaRESEÑAS DE LIBROS | 9 de enero de 2008

Yo quiero ser...

Tony Ross
Ilustraciones del autor.
Traducción de Isabel Cano.
Madrid, Ediciones SM, 1994. Colección Los Piratas.

por Fabiana Margolis

El ilustrador y escritor británico Tony Ross nació en Londres en 1938. En 1976 publicó su primer libro, Goldilocks and the Three Bears, y desde entonces no ha dejado de ilustrar, tanto sus propios textos como los de otros autores, entre los que se encuentran escritores como Roald Dahl y Hazel Towson.

Yo quiero ser..., escrito e ilustrado por él, es una historia dirigida a los más chiquitos, cuya protagonista es una princesa muy pequeña: la misma que, desde la portada del libro, se encuentra ensimismada contando algo con los dedos de sus manos. Luego, al promediar la lectura, descubriremos que lo que está haciendo es tratar de recordar cada una de las cosas que debe ser ahora que ha crecido. Porque la historia trata, de alguna manera, de las imposiciones sociales que se vuelven cada vez más determinantes a medida que uno va creciendo. La princesa siente que, ahora que es más grande, debe cambiar su forma de ser:

"«¡Vaya, cuánto he crecido! Me estoy haciendo mayor!», pensó la princesa.

«Me pregunto cómo tengo que ser. A lo mejor, ahora tengo que cambiar»."

Este camino, que no es otro que la búsqueda de la propia identidad, es el que iremos descubriendo con ella. El texto juega con las repeticiones —tan características de los libros para niños— en la pregunta que la princesa formula una y otra vez: "¿Cómo tengo que ser?". Y las respuestas de los adultos avalarán una forma de ser, la que ellos esperan de una niña: buena, cariñosa, limpia, valiente.

Las ilustraciones muestran el desconcierto, la sorpresa y la alegría de una princesa que no termina de acomodarse del todo en el mundo de los adultos: a veces las cosas le generan extrañeza; otras, dificultad. Así, por ejemplo, cuando intenta maquillarse como seguramente ha visto que lo hace su mamá, se le corre el lápiz de labios y en su rostro aparece dibujada una boca muy extraña y divertida. El texto corrobora su expresión: "Desde luego, así no.", para enfatizar la oposición entre lo correcto y lo incorrecto, entre el deber y el querer que atraviesa el relato.

La historia es una tierna metáfora sobre lo que significa crecer e ir descubriendo cómo somos, cómo nos ven los demás y, sobre todo, cómo ansiamos ser. El punto de partida es la medición de la altura de la princesa detrás de una puerta —cosa que todos los chicos ha hecho alguna vez— y termina con el único deseo que ella expresa con seguirdad: "—Yo quiero ser... ¡ALTA!". Con lo cual nos anima a pensar que, a pesar de lo difícil que por momentos le resulta ser grande, la pequeña protagonista está dispuesta a afrontar el desafío.

Imagen tomada del libro

(Reseña extraída, con autorización de su autora y los editores, de la revista Educación y Biblioteca, Año 18, N° 153; Madrid, mayo/junio de 2006.)


Fabiana Margolis (fabimargolis@hotmail.com) es Profesora y Licenciada en Letras, egresada de la Universidad Nacional de Buenos Aires. Formó parte del GETEA (Grupo de Estudios de Teatro Argentino e Iberoamericano) donde realizó trabajos de crítica e investigación sobre teatro infantil. Es autora de Sueños con gusto a frutilla (Quito, Libresa, 2004), novela recomendada por el Jurado del Concurso Internacional de Literatura Infantil "Julio C. Coba" y, con el cuento "Te espero abajo, tiburón", obtuvo el Segundo Premio en el Concurso Internacional de Cuentos para Niños de Imaginaria y EducaRed. Por su cuento "Piedra libre para la sombra" recibió una mención en el Concurso de Literatura Infantil organizado por la Biblioteca Pajarita de Papel. Actualmente colabora con Imaginaria, escribiendo reseñas y entrevistando a reconocidos autores del campo de la literatura infantil y juvenil. Además, realiza críticas y comentarios literarios para la revista española Educación y Biblioteca.


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