157 | LECTURAS | 22 de junio de 2005

Entrevista con Laura Devetach:
"Me atraen las historias en las que todo un pueblo o la gente, termina haciendo algo en conjunto, consciente o inconscientemente."

por Graciela Perriconi

Foto de Laura DevetachMe encontré con Laura Devetach en la presentación y firma de su libro Así, así, asá (1), una versión renovada (2) de su conocida Tía Sidonia, personaje que le cabe a muchas mujeres. La "palabrera", fiel a su estilo austero y militante, se acerca al stand de la Feria (3) siempre disponible para sus lectores. Le hice algunas preguntas, las que en realidad yo deseaba que me contestara. Escuchar a Laura siempre es un motivo de placer y gratuidad en el encuentro con las palabras. Sencilla, frontal y profunda... así la viví. Muy profesional al punto de tomarse el trabajo de escribir sus respuestas. Me limito a transcribir ese momento. Creo que muchos otros pueden compartirlo conmigo.

Dibujo de Oscar Rojas
La Tía Sidonia según Saúl Oscar Rojas, ilustración realizada para el libro
Así, así, asá (Buenos Aires, Editorial e.d.b., 2005)

—Hablemos de Así, así, asá. ¿Qué guarda esta versión de la Tía Sidonia con la anterior? Cómo describirías este libro.

Así, así, asá tiene que ver con el juego, con las situaciones absurdas pero reales que se pueden armar a partir de lo que cada cual supone que le está pasando a los otros.

Traté con esta reescritura (en relación a la primera versión del cuento) de ajustar la estructura y los elementos internos. Siempre me gustaron los relatos de acumulación y las retahílas. También me atraían y atraen las historias en las que todo un pueblo o la gente, termina haciendo algo en conjunto, consciente o inconscientemente. Es la marca de la literatura de tradición popular y a la vez, quizás, el interés que me despiertan los mecanismos de los grupos sociales cuando se encuentran a partir de manifestar necesidades, inquietudes, que resultan compartidas.

Tengo muy presente mis juegos de infancia, a veces inventados, (jugar con piedritas, arena o ladrillos creando filas, pueblos, situaciones) a veces con reglas y "libreto", (el "Martín pescador", "Lobo estás") en los que la acumulación y el espíritu de rebaño daban la tónica. La literatura es una manifestación más de la vida tanto cultural como social, de los movimientos internos del autor pero también de todas las marcas del medio que la genera.

—¿Qué evolución o progresión hubo en la narrativa tuya desde los primeros cuentos hasta, por ejemplo, El enigma del barquero? (4)

—Los caminos realizados en la escritura tienen que ver con los caminos y búsquedas realizados en la vida por quien escribe. Se cambia, se crece, se necesitan otros recursos expresivos para ir manifestando los cambios. O al revés: muchas veces la escritura toma la delantera y nos permite descubrir y decirnos cosas nuevas a nosotros mismos antes de que la ficha haya caído en nuestra conciencia. Es un vaivén, un camino de descubrimientos.

En lo personal fui buscando lo esencial, necesité decir más con menos, plantear cosas a veces difíciles con recursos mínimos. Fue saliendo, nada es calculado, sólo fluye y en la escritura interviene todo lo que una lleva adentro y ayuda a expresar: juegos, estructuras de cuentos escuchados, lecturas, ritmos y músicas de la lengua, etc.

En el caso de El enigma del barquero, a través de una vieja adivinanza popular, se plantean los enigmas existenciales de un muchachito pescador. Como todo ser humano, chico o grande, él los posee. Quizás ni lo sabe. Pero sueña con ellos a través de elementos de su imaginario. Y como conozco bien esos enigmas de los chicos porque no olvidé los míos, los fui poniendo en distintos cuentos.

—¿Qué los une? ¿Qué aspecto los diferencia? Hablamos en el aspecto narrativo, en el trabajo con los personajes, con los temas.

—En algunos cuentos se privilegia el aspecto lúdico, las piruetas del lenguaje, los ritmos que quizás llegan más directamente a los niños pequeños. Pero la experiencia indica que niños de diferentes edades pueden hacer también lecturas diferentes de un texto según sus momentos de vida.

Por eso no creo en la división de la Literatura por edades ni en las estandarizaciones. A veces el mercado y la pedagogía hiperclasifican los textos y los condicionan por medio del formato o de la transmisión, limitando las múltiples posibilidades de lectura que el texto lleva.

El enigma del barquero es un relato que aborda situaciones complejas de la realidad externa e interna del personaje. Hizo falta un tono narrativo adecuado para eso. A veces los adultos se sorprenden con ese tipo de textos pero es porque suponen que los niños no nadan en esas aguas. Yo creo que nadan más que esos adultos que se sorprenden porque están presos de los estereotipos.

—Laura, escribiste poesía e incorporaste lenguaje poético en tus cuentos. ¿Qué relación guarda el lenguaje poético en tu escritura? ¿Se diferencia cuando escribís poesía? ¿Lo hacés pensando que es sólo poesía o bien este tipo de escritura te es natural?

—Para mí el lenguaje poético es natural. Lo que no quiere decir que sea permanente. La poética es una de las funciones del lenguaje y como tal, "funciona" dentro de un cuento o una novela. La poesía es una manera de mirar el mundo y expresarlo.

—¿Escribís sobre algunos temas en particular o te sentás desde el oficio de escritora y te dejás llevar por una motivación interior?

—La escritura surge de una dialéctica entre lo interno y lo externo. A veces una sabe lo que quiere decir, pero en general, a medida que el texto nos va llevando la mano, vamos descubriendo cosas nuevas, el camino se ramifica y lo que empezó así, puede ser asá y asú. No es de una sola manera.

Yo no puedo hacer un plan con tema rígido y cumplirlo. Creo que los textos que a veces surgen así, o van obedeciendo a normas rígidas impuestas de antemano, quedan lejos de las buenas experiencias literarias. Porque escribir literatura tiene mucho de exploración y riesgo.

—¿Qué importancia le das a la ilustración en tus libros? Editaste libros no ilustrados o con escasa ilustración, ¿por qué? ¿En qué casos te parece que el ilustrador es un coautor?

—Hay libros en los que la ilustración es importante porque le otorgan otra dimensión como objeto. Pero hay que diferenciar libro (objeto completo) de texto (el simple texto literario). O libro de idea literaria. Creo que muchos de mis textos se sostienen como tales, como literatura. De hecho publiqué libros para niños sin ilustraciones. Y creo en ellos.

Sin embargo tuve también muy buenas experiencias trabajando con ilustradores codo a codo, en un ir y venir del texto y de la imagen. O en simples intercambios de ideas, según el caso. A mí se me iluminó lo que escribí a través de las interpretaciones del dibujante y a ellos se les aclaró su panorama. Todos salimos sabiendo algo más. No tengo experiencia con ilustrador como co-autor del texto, de la idea general. Eso significaría un trabajo donde la idea del texto sea también manejada por el dibujante y la idea del dibujo, por el escritor. Donde todo el libro surgiera de un proyecto común y así concebido y realizado, fuera editado por una empresa. Creo que hay muchos casos, pero no es el mío.

En general mis textos van a la editorial y aportan la idea. Desde allí se resuelve qué dibujante podría ser adecuado para ese texto. A veces participé en el proceso gráfico, a veces no. Experiencias de muy buenos intercambios son, entre otros, libros como Picaflores de cola roja (5), dibujado por Tania De Cristóforis, La hormiga que canta (6) con Juan Lima, Diablos y Mariposas (7) con Istvansch, y Cuentos en tren (8) con Roberto Cubillas.

Sí tengo experiencia de co–autoría en escritura: con María Inés Bogomolny, con Laura Roldán, con Gustavo Roldán. Pero siempre desde la idea y la práctica del proyecto conjunto.


Notas de Imaginaria

Portada(1) Devetach, Laura. Así, así, asá. Buenos Aires, Editorial e.d.b., 2005. Colección Flecos de sol. Ilustraciones de Saúl Oscar Rojas.

(2) La primera versión de este cuento fue incluida en Cuentos y cantos, de Laura Devetach. (Libro integrante de Los libros del Churrinche, textos para segundo año de EGB. Ilustraciones de Luis Pollini y Virginia Lus Dugros. Buenos Aires, Aique Grupo Editor. Reeditado anualmente de 1984 a 1996.)

(3) La entrevista se realizó el 29 de abril de 2005, en el stand de la editorial e.d.b. en la Feria del Libro de Buenos Aires. Graciela Perriconi es la Directora de la colección "Flecos de sol ".

(4) Devetach, Laura. El enigma del barquero. Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 2000. Colección Pan Flauta. Ilustraciones de María Rojas.

(5) Devetach, Laura. Picaflores de cola roja. Buenos Aires, Editorial Alfaguara. Colección Próxima Parada Alfaguara, 2003. Ilustraciones de Tania De Cristóforis.

(6) Devetach, Laura (textos) y Juan Manuel Lima (ilustraciones). La hormiga que canta. Buenos Aires, Ediciones del Eclipse, 2004. Colección Libros-álbum del Eclipse.

(7) Devetach, Laura. Diablos y Mariposas. Buenos Aires, Ediciones del Eclipse, 2005. Colección Cuentos del Eclipse. Ilustraciones de Istvansch.

(8) Devetach, Laura. Cuentos en tren. Buenos Aires, Astralib Cooperativa Editora, 2004. Colección Huellas del caracol. Ilustraciones de Roberto Cubillas.


Graciela Perriconi (gracielaperriconi@fibertel.com.ar) es Licenciada en Letras y Filosofía y Doctora en Filosofía. Se ha especializado en literatura para chicos y cuenta con una extensa trayectoria como docente, editora y autora de ensayos educativos y literarios. También escribió cuentos para niños y poesía de forma ocasional, no sostenida. Dirigió colecciones de literatura infantil, de formación docente, coordinó el Área de Lengua, asesoró publicaciones y estuvo al frente del Departamento de Educación de la editorial El Ateneo. Fue la creadora de los Ateneos bibliotecarios, grupos de capacitación a cargo de los propios docentes bibliotecarios. En 1983, fue Coordinadora y autora del primer proyecto de formación de docentes para el Jardín Maternal. Actualmente se desempeña como profesora en institutos de formación docente, en el profesorado de disciplinas industriales de la Universidad Tecnológica Nacional, y como asesora de Lengua y directora de colección de literatura infantil en la editorial e.d.b. Se encuentra escribiendo una tesis en literatura infantil sobre los cambios que se produjeron en la literatura de nuestro país a partir de 1983. Entre los libros de su autoría se encuentran: El libro infantil: una propuesta crítica, Cómo formar chicos lectores, La poesía infantil (en coautoría), Sólo para adolescentes —editados en El Ateneo—, Cómo formar chicos escritores (Buenos Aires, Cesarini Editores) y Cuentos cortitos (Buenos Aires, Magisterio del Río de la Plata).


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