108 | EVENTOS | 6 de agosto de 2003

Concurso "Terminemos el cuento" V edición (Argentina)

Unión Latina y la Asociación de Literatura Infantil y Juvenil de la Argentina (ALIJA) convocan a todos los jóvenes, de entre 14 y 18 años, y residentes en la República Argentina, a la quinta edición del Concurso Literario "Terminemos el Cuento". Los participantes deberán redactar el final del cuento "El rompehuesos de Córdoba", del escritor argentino Esteban Valentino.

El evento cuenta con la colaboración de la editorial Santillana-Alfaguara, y el auspicio del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, la Oficina Cultural de la Embajada de España, la Fundación El Libro, la Cámara Argentina del Libro y la Revista Electrónica Imaginaria.

La participación se ajustará a las siguientes bases:

Bases

1) Podrán participar en el concurso todos los jóvenes residentes en la República Argentina, cuyas edades estén comprendidas en el período del 1 de enero al 31 de diciembre de 2003, entre los 14 y 18 años.

2) Aquellos que deseen participar en el concurso deberán redactar el desenlace final del cuento titulado "El rompehuesos de Córdoba", iniciado por el escritor Esteban Valentino, que se adjunta a estas bases. El desenlace del cuento deberá redactarse en idioma castellano, ser original e inédito, estar escrito por una sola persona, en una extensión de 2 páginas, tamaño A4 (210 x 297mm) mecanografiadas a doble espacio por una sola cara.

Deberá enviarse un original abrochado o en folio junto al relato que se finaliza. Cada original irá firmado e indicará el nombre, apellidos, dirección y correo electrónico personal del concursante. También se consignará el correo electrónico de la institución educativa a la que pertenece —en el caso de que lo posea— y teléfono de contacto del participante. Con el original será imprescindible adjuntar declaración firmada por los padres o tutores del participante, indicando sus propios datos personales y documento de identidad, autorizando a su hijo a participar en el concurso y manifestando que aceptan expresamente las bases y condiciones.

3) El original debe enviarse a la Oficina de Buenos Aires de la Unión Latina, Azcuénaga 1517, 2° piso, dpto. "E", (C1115AAO) Ciudad de Buenos Aires, indicando claramente en el sobre Concurso "Terminemos el cuento" V edición. El plazo de admisión de las obras se cerrará el 15 de octubre de 2003 tomándose como comprobante de la fecha de envío el sello postal del correo empleado.

Las entidades organizadoras no se hacen responsables de las posibles pérdidas o deterioros de los originales, ni de los retrasos o cualquier otra circunstancia imputable a los servicios de correos o a terceros que pueda afectar a los envíos de las obras participantes en el concurso. Una vez hecho público el fallo, los originales no premiados y su copia serán destruidos sin que quepa reclamación alguna en este sentido. No se mantendrá correspondencia con los remitentes ni se facilitará información alguna relativa al seguimiento del concurso.

4) El jurado estará compuesto por un mínimo de 3 y un máximo de 5 miembros, dos de ellos representantes de las entidades convocantes, y el resto, entre los que se elegirá un Presidente, destacadas personalidades del mundo artístico y literario de Argentina. La composición del jurado no se hará pública hasta el mismo día de la concesión del premio

5) El premio se otorgará a aquella obra de las presentadas que por unanimidad o, en su defecto, por mayoría de votos del jurado, se considere merecedora de ello. En caso de discrepancias el Presidente tendrá voto dirimente, pudiendo quedar desierto el concurso si a juicio del jurado ninguna obra merece ser premiada.

6) El fallo del jurado será inapelable y se hará público en un acto que se celebrará durante el mes de diciembre de 2003, reservándose la entidad organizadora el derecho a modificar esta fecha a su conveniencia.

7) Se entregará al ganador un único premio consistente en un equipo informático (PC). El relato ganador será publicado en el sitio oficial en Internet de Unión Latina, en el de la Editorial Santillana y en Imaginaria, revista electrónica quincenal de literatura infantil y juvenil.

8) El Premio no podrá ser canjeado por su valor en efectivo ni por ninguna otra prestación aún cuando el ganador no pudiera gozar del mismo, total o parcialmente, cualquiera fuese su causa o naturaleza.

9) El autor del relato ganador, representado por sus padres o tutores si fuere menor de edad, cede a la Unión Latina y a ALIJA el derecho exclusivo de reproducción y distribución, comunicación pública y traducción a todos los idiomas de su relato, en todas las modalidades de edición y para todo el mundo, con posibilidad de cesión a terceros, por el plazo máximo de duración que para cada modalidad a ejercitar establezca la legislación aplicable en materia de propiedad intelectual, en el caso de que se edite y/o publique el relato ganador.

10) El autor del relato ganador se obliga a suscribir el oportuno contrato de edición según los términos expuestos en estas bases y en la legislación de Propiedad Intelectual, y cuantos contratos y documentos sean necesarios para la protección de los derechos de explotación cedidos.

11) El ganador autoriza expresamente a las entidades convocantes a utilizar con fines publicitarios su nombre e imagen en los actos de presentación y material promocional que se considere apropiados para la mejor difusión de la obra.

12) La participación en este concurso implica de forma automática la plena y total aceptación, sin reservas, de las presentes bases y el compromiso de no retirar la obra una vez presentada. Para cualquier diferencia que hubiese de ser dirimida por vía judicial, las partes, renunciando a su propio fuero, se someten expresamente a los Juzgados y Tribunales Ordinarios de Argentina.

Para mayor información o retiro de bases, dirigirse a:

Unión Latina (Oficina de Buenos Aires)
Azcuénaga 1517 - 2° piso - "E"
(C1115AAO) Buenos Aires
Horario de atención: de lunes a viernes de 9:30 a 17:30 horas.
Telefax: (00 54 11) 4803-1636 / 4801-3231
Email: ulprensaydifusion@unilat.org.ar
Página Web: http://www.unilat.org


El rompehuesos de Córdoba

por Esteban Valentino

El nombre de Cristalino Armando Cienfuegos lo debía a la unión (no muy feliz, es cierto) de tres fanatismos del padre, don Elías Pietrapaluchi. El primero, el televisor. Allí, en su imagen de 29 pulgadas, desde su casa en Córdoba, vio cómo un funcionario —que luego fue apresado por corrupto— definió su paso por la administración pública como "cristalino". Don Elías ignoraba con llamativa eficacia el significado y la utilidad del vocablo pero le gustó el sonido. El segundo, el fútbol. Devoto irredento de San Maradona le pareció que ponerle a su vástago el segundo nombre del ídolo era suficiente homenaje y lo alejaba de los comentarios malévolos de los vecinos. Pero hasta el apellido de su hijo había planeado don Elías. Sostenía que nadie que se llamara Pietrapaluchi podía aspirar a nada en su paso mortal. Defensor a rajatabla de la revolución cubana, desechó a Guevara por obvio y a Castro por chupamedias. Finalmente, Camilo Cienfuegos completó el nombre del heredero. El verdadero apelativo del chico quedó en tres lugares, el bautismo, el documento de identidad y el olvido. La cuarta pasión le dibujó el porvenir: sería hombre de puños y esquives, de directos y ganchos. Sería boxeador.

Desde chiquito, don Elías lo fue preparando para su encuentro con el viril deporte de los puños. Pese a que el nene insistía en amenizar los feroces entrenamientos a que lo sometía el padre con graciosos saltos en puntas de pie o extraños malabares con el maniquí de la madre, la rutina de gimnasia, juego de pies y salto a la cuerda no se interrumpió un solo día a lo largo de toda su infancia. Tardes hubo en las que el muchachito realizó su trabajo físico con 39 grados de fiebre y una tos impiadosa.

Así fue como Cristalino Armando Cienfuegos, rebautizado casi desde el preescolar como "el Rompehuesos de Córdoba" , llegó, 17 años después de su nacimiento, al destartalado gimnasio de Epifanio Jonte, viejo pugilista jamás ranqueado pero que solía historiar con singular claridad sus épicos —e imaginarios— combates contra Carlos Monzón.

Epifanio podía no haber sido nunca un gran boxeador pero no era ningún estúpido. Le bastó una mirada a Cristalino Armando Cienfuegos para darse cuenta que el Rompehuesos tenía tanto de recio boxeador como él de físico nuclear. Pero don Elías pagaba por adelantado y Epifanio no nadaba en la abundancia.

—Déjemelo —le dijo al esperanzado Pietrapaluchi. De aquí, al Luna Park en seis meses.

Pero se sabe que una cosa es el deseo y otra la realidad. La fecha indicada llegó y se duplicó y los adelantos de Cristalino en el difícil arte de la defensa y el ataque eran equivalentes a su amor por el boxeo, es decir, nulos. Don Elías apuraba a Epifanio con el debut y cada vez que era apremiado por el padre, el entrenador tenía menos margen para seguir negándose al ascenso del Rompehuesos al ring. Al final no le quedó más remedio que organizar una pelea con un fuerte boxeador mendocino, hombre de dura pegada y buena técnica, ubicado entre las mayores promesas del boxeo nacional. Razonaba que ante un rival así, Cristalino caería velozmente y no sería muy castigado.

El día del combate no entraba un alma en el gimnasio. La familia Pietrapaluchi en pleno, los amigos del barrio y los colados habían bastado para completarlo. Y don Elías tampoco entraba en el traje. Avistaba un futuro de gloria y dinero, de viajes con idas inciertas y regresos triunfales. "Esto es apenas el comienzo —se decía—, Cristalino está para cosas más grandes".

En el camarín del Rompehuesos las cosas transcurrían con normalidad. Epifanio terminaba de ponerle los guantes a su pupilo y de darle las últimas indicaciones.

—Adalberto —el entrenador era el único ser humano que lo llamaba por su verdadero nombre—. No entres en la distancia corta. Mantenete alejado y tratá de llegarle con golpes largos. Mirá que este pega duro.

Se hizo la hora de la entrada. Afuera se escucharon los primeros acordes de "We are the champions", el tema de Queen que Epifanio había elegido para el ingreso del Rompehuesos. Se ubicó el técnico adelante, detrás suyo Cristalino y más atrás los otros colaboradores. Las cortinas que daban al gimnasio se abrieron. La pequeña procesión se puso en marcha.

(A partir de aquí, el final deberá ser completado por el participante.)


Artículos relacionados:

Concurso Literario Juvenil Internacional "Terminemos el cuento" (1999)

Resultado del Concurso Literario Juvenil Internacional "Terminemos el cuento" (1999)

Reseña de libros: Terminemos el cuento - Antología

Bases del concurso Terminemos el Cuento 2000

Ganadores del Concurso Literario Internacional "Terminemos el cuento" 2000

Concurso "Terminemos el Cuento 2001" (Argentina)

Concurso "Terminemos el cuento" IV edición (Argentina) (2002)

Ganadores del Concurso Literario Juvenil "Terminemos el cuento" 2002 (Argentina)

Ficciones: "El rompehuesos de Córdoba" (cuento), de Esteban Valentino — Ganadores del Concurso Literario Juvenil "Terminemos el cuento" 2003 (Argentina)