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CORREO

ARCHIVO

lunes, enero 22, 2001

Didáctica vs didactismo
Estimados editores y propietarios de Imaginaria:
Hace tiempo que estoy suscripta a esta publicación. Periódicamente la recibo por correo electrónico, pido a través del ágil sistema de "mensajes vacíos" las notas y artículos que me interesan, los archivo pues siempre me son útiles, entro en la página Web, links, etc, etc. Imaginaria es abarcadora, exhaustiva en información imprescindible para quienes estamos en el ámbito de la Literatura Infantil, se renueva cada tanto con propuestas nuevas (como ahora la difusión de textos originales que uno puede guardar en su propia PC) y empieza también a ser a una vía de intercambio. Todo de manera absolutamente gratuita.
Por todo lo anterior los felicito. Por ello también les escribo con cierto estupor, al que se agrega la reacción meditada de quien desea despejar lo que estima un error grave. Lo hago también con el derecho que da el ejercicio democrático de la opinión en un medio como este, que habilita un espacio específico para el intercambio. Mi expectativa es que mi mensaje, el de una lectora más de Imaginaria, reciba la misma atención que otros a pesar de su extensión. Más allá de cierto rigor que puedan tener mis conceptos, sólo me anima la convicción de que ciertas respuestas, en este caso la que dio Imaginaria a una de sus lectoras, docente del Profesorado de Jardín de Infantes, provienen sólo de la prisa cibernética y no de la ignorancia, mucho menos del prejuicio.
En la primera edición de enero de 2001 leo (las itálicas son mías):
"CORREO (del 27 de diciembre de 2000 al 9 de enero de 2001)
"lunes, enero 08, 2001
"¿Recomendaciones didácticas?
"Sería muy bueno que incluyeran aspectos que tengan que ver con la transposición didáctica (si se puede hablar de esto en literatura) para orientarnos (a los docentes que trabajamos en Profesorados) sobre cómo enseñar a las futuras maestras jardineras a trabajar y hacer gustar de la literatura a los niños.
"Liliana (Argentina)
"Imaginaria: Somos bastante reacios a las recomendaciones didácticas sobre la utilización de la literatura en la escuela. Su exceso, el didactismo, ha jugado bastante en contra del género. De todas formas, en varios artículos ya publicados en Imaginaria presentamos abordajes en el sentido de cómo acercar los libros a los chicos y cómo familiarizarlos con la lectura. Es nuestra intención continuar en esa dirección y también poder difundir experiencias que se están realizando en distintas partes del mundo en torno a la animación a la lectura y el acercamiento de los libros a los niños y jóvenes."
La pregunta de la docente es clara: solicita orientación sobre qué debe enseñarles a sus alumnos del profesorado. Entiendo que la tarea de Imaginaria no es la de dar cursos sino la de difundir textos, opiniones, novedades, otras publicaciones, etc. Sin embargo observo que la respuesta desconoce qué es la didáctica y la confunde con didactismo, intuyo que con ese didactismo que hizo de la literatura una herramienta más para la enseñanza de la lengua, convirtiéndola en un pretexto para el aprendizaje de reglas de acentuación, clases de adjetivos, etc. Sabemos cuánta distancia y odio por la literatura generó tal didactismo.
Existe también otro didactismo, el que utiliza la literatura para complementar contenidos transversales o "motivar" temas de ciencias naturales o sociales, formación ética y ciudadana, etc. Es decir: que la literatura sirva para todo menos para el puro goce, que es para lo qu esencialmente "sirve". A este segundo didactismo contribuyen bastante los mismos textos literarios producidos para niños en los que más que de didactismo, cabría hablar de "literatura pedagogizante". Esto no es sólo patrimonio de las literaturas "represoras" y/o "admonitorias" de otras épocas. Existe en muchísimas producciones actuales, inclusive bajo la apariencia de "modernidad" o "posmodernidad" temática y formal.
En la vereda opuesta a las versiones didactistas, existen caminos específicos (y la didáctica tiene que ver con eso, con caminos, no necesariamente convencionales ni rígidamente estructurados), para acercar a los niños a la literatura, en la escuela, único espacio en el que la mayoría de los argentinitos tienen esa posibilidad. Creo que por aquí iba el pedido de la profesora Liliana porque, por otra parte, la didáctica no es un conjunto de recomendaciones. La profesora debió enterarse, al menos de manera global, que existen en el país algunos organismos que le pueden brindar formación: institutos, centros, grupos de estudios, fundaciones, cátedras universitarias, etc., tal vez inclusive pronto, ¿por qué no? cursos en la red.
Estimo que la respuesta de Imaginaria sugiere la presencia de una barrera, difícil de sortear, entre literatura y escuela. Además no parece tener en cuenta el caos de exigencias e información al que están sometidos los docentes argentinos en la actualidad. Qué hacer con la literatura es uno de los puntos álgidos de ese caos, en medio del cual está, por ejemplo, la denominada "animación a la lectura" que Imaginaria acepta de manera un tanto acrítica. Pero eso sería tema para otra carta, o nota mucho más extensa.
Si bien hay "abordajes" variados, dispersos, no siempre coherentes con el "qué es la literatura", la especificidad de lo literario exige una didáctica, no didactismo, acorde con el objeto. Dicha didáctica no puede ser una sumatoria de experiencias ajenas sino el soporte básico para la experiencia propia, personal, literaria y docente. Los maestros necesitan en ese sentido una formación rica, sólida y flexible a la vez, que les permita ser lectores críticos de la llamada "Literatura Infantil" y mediadores competentes para atraer lectores y no para espantarlos.
Entre quienes tenemos que dar respuestas a los futuros maestros, en el marco de una Ley Federal y de unos Contenidos Básicos Comunes que, afortunadamente aunque con errores gruesos incluyen el "discurso literario", algunos nos ocupamos de que la literatura en la escuela no sea utilizada ni violada por los didactismos. Para ello, en mi caso, como también lo hacen otros, vengo investigando hace mucho y desarrollando propuestas. Partiendo de la consideración del texto literario como "texto estético" (existe abundante y variada bibliografía al respecto) y teniendo en cuenta al lector, tanto al implícito en los textos como al concreto que está en el aula, elaboro una Didáctica de la "Literatura no utilizable, no pedagogizante, no didactizante". Cientos de mis alumnos la ejercitan ya. No soy la única que trabaja en este sentido. Sí sé que no somos los suficientes, según me quedó claro en el último congreso organizado por Cedilij (Carlos Paz, noviembre de 1999), pero estamos trabajando, a veces con criterios diferentes pero no antagónicos. Este trabajo intenso, integral en cada uno de sus enfoques, no fragmentario ni reductible a algunos abordajes, ni a meras experiencias individuales o a la cuestionable animación a la lectura, ese trabajo de unos cuantos en diversos lugares del país, no puede ser desconocido de manera tan tajante por una publicación electrónica, aún cuando sea un trabajo poco difundido por este medio e inclusive por los impresos.
En suma: que didáctica no es didactismo; que una didáctica de la literatura no consiste en fórmulas fijas sino precisamente en la ausencia de fórmulas, para la adecuación a cada texto y a cada contexto; que sin embargo pueden plantearse procedimientos específicos (eso que en los CBC se denomina "contenidos procedimentales") que el docente puede ( y debiera) conocer, para hacer de la literatura en el aula una experiencia personal y placentera para cada niño; que dichos procedimientos (me refiero siempre a los que vengo trabajando) se basan en la literatura, en los textos, también en el rico aporte de la teoría literaria que tanto desarrollo ha tenido en el siglo que acaba de expirar, en teorías sobre la lectura y la experiencia estética, en la antropología, en la psicología dinámica y del desarrollo, en los niños concretos, en los docentes, en la situación de aula. Todas esas miradas contribuyen a gestar caminos posibles para ese acto de seducción único que es el acercamiento de la literatura a los niños y jóvenes. Pues eso es la didáctica: qué hacer para permitir que un texto hondamente literario seduzca a este o aquel niño, a varios, nunca a todos.
Mis datos al pie sólo contextualizan mi opinión, constituyen el referente imprescindible para contenerla y sustentarla.
Los saluda y felicita nuevamente
María Susana Capitanelli (Argentina)
Profesora y Licenciada en Letras. Univesidad Nacional de Cuyo.
Profesora Titular de Literatura Infantil y Didáctica de la Literatura en la Facultad de Educación Elemental y Especial. UNCuyo.
Directora del Centro de Investigación y Difusión de la Literatura para niños peteneciente a esa misma facultad.
Coordinadora de talleres literarios y de escritura creativa, para niños, jóvenes y adultos, desde 1983.
Magister en Creatividad. Universidad de Santiago de Compostela. España. Tesis de Maestría: "La escritura creativa: proceso, medio y producto en la experiencia estético- literaria".
Roberto Sotelo (Imaginaria):
Estimada María Susana:
Le ruego que acepte mis disculpas por "la prisa cibernética" que notó en la redacción de mi respuesta sobre "aspectos que tengan que ver con la transposición didáctica".
Mi intención fue indicar que Imaginaria es una revista de información y de difusión de literatura y libros para niños y jóvenes, no una revista sobre teoría literaria o de didáctica. En ese sentido reafirmo nuestra intención de continuar publicando, además del material específico del género (textos, bibliografías, entrevistas, opiniones, informes sobre autores, eventos, etc), todo tipo de abordajes y experiencias que se están realizando y que tengan relación con la animación a la lectura y el acercamiento de los niños y los jóvenes a los libros. Creo que, justamente, la labor de los teóricos y académicos es abrevar también en esas fuentes para luego realizar la destilación científica que corresponda.
Por otro lado, usted nos dice que la profesora "debió enterarse, al menos de manera global, que existen en el país algunos organismos que le pueden brindar formación: institutos, centros, grupos de estudios, fundaciones, cátedras universitarias, etc., tal vez inclusive pronto, ¿por qué no? cursos en la red." Y también que "ese trabajo de unos cuantos en diversos lugares del país, no puede ser desconocido de manera tan tajante por una publicación electrónica, aún cuando sea un trabajo poco difundido por este medio e inclusive por los impresos."
Creo que debió enterarse, sí, pero por los canales de difusión oficiales, que son los responsables directos de brindar esa información a la ciudadanía y que no lo hacen. De todos modos, si nos conoce desde hace tiempo sabrá que hemos sido difusores, en la medida de nuestras escasas posibilidades y recursos, de la acción que están realizando muchas instituciones y organismos, privados y estatales. Lo seguiremos haciendo en tanto recibamos noticia de ello.
Por último, quiero decirle que coincido plenamente con su exposición teórica sobre didáctica y didactismo y lamento nuevamente haber sido tan trivial en el uso de estos conceptos.
Le agradecemos su preocupación y su lectura y deseamos seguir contándola entre nuestros suscriptores. Desde ya, su carta tendrá el espacio que merece en nuestra sección de correo.
Reciba un cordial saludo de
Roberto Sotelo
Codirector de Imaginaria


martes, enero 16, 2001

Sexo y literatura infantil
Soy pasante de bibliotecología en la UNAM, mi tesis esta encaminada a asuntos relacionados con la literatura infantil y con el mercado editorial. Debo confesar que aun no delimito bien el tema, pero creo que también me interesa algo que tenga que ver con la educación sexual para los niños por medio de la literatura infantil. Les escribo para pedirles que, de ser posible, en números posteriores de Imaginaria hablaran de estos temas.
Veronica Juárez Campos (Argentina)
Imaginaria: Tomamos el pedido en cuenta. Por el momento podemos indicar algunas notas sobre el tema aparecidas en
revistas españolas especializadas en literatura infantil y juvenil:
-Mora, Luisa. "El sexo en la literatura infantil y juvenil: unas notas para la reflexión". En: Educación y Biblioteca N° 69; Madrid, junio 1996.
-Pérez Iglesias, Javier. "Acabar con el silencio y el miedo: libros para jóvenes gays y lesbianas". En: Educación y Biblioteca N° 81; Madrid, julio-agosto 1997.
-Lage Fernández, Juan José. "Erotismo y sexo en la LIJ". En: CLIJ N° 116; Barcelona, mayo 1999.
-Garralón, Ana. "Y para el verano... un poco de sexo". En: Educación y Biblioteca N° 114; Madrid, julio-agosto 2000.
-Mil libros. Una selección bibliográfica. Centro Internacional del Libro Infantil y Juvenil de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez. Salamanca, 1996.
A continuación, las direcciones de contacto para las publicaciones:
-CLIJ - Cuadernos de Literatura Infantil y juvenil. Amigó, 38, 1°. 1ª, 08021 Barcelona, España
Tel: (34) 93 414 11 66. Fax: (34) 93 414 46 65. Email: reclij@teleline.es
-Educación y Biblioteca. Príncipe de Vergara, 136, oficina 2ª, 28002 Madrid, España
Tel: (34 91) 411 17 83. Fax: (34 91) 411 60 60. Email: edubibli@retemail.es
-Fundación Germán Sánchez Ruipérez - Centro Internacional del Libro Infantil y Juvenil. Peña Primera 14-16, 37002 Salamanca, España. Tel: (34) 923 26 96 62. Fax: (34) 923 21 63 17. Email: fgsr.salamanca@fundaciongsr.es. Web: http://www.fundaciongsr.es/


Sobre Marta Giménez Pastor
Estoy tratando de conseguir datos de la escritora Marta Giménez Pastor. Les estoy muy agradecida por enviarme lo que tengan.
María Inés Garibaldi (Argentina)
Imaginaria: Marta Giménez Pastor nació en General Pico, La Pampa. Maestra y Profesora de Educación Preescolar. Escritora, periodista, poeta, ha publicado libros y antologías, estrenado obras de teatro y de títeres para niños, ha colaborado con suplementos de prestigiosos medios y revistas infantiles, escrito libros de lectura, dirigido programas de radio y televisión, colecciones de libros infantiles, participó en congresos y actuó como jurado en el país y en el extranjero.
Algunos de sus libros infantiles son:
Versos en sube y baja, La pancita del gato, La brujita Trik, Andar por los aires, El duende de los sueños, Anacleto el robot y El señor Batata.
Ha ganado los siguientes premios: Faja de Honor de la SADE, por
La pancita del gato; Fondo Nacional de las Artes, por Versos en sube y baja y el Diploma al Mérito de la Fundación Konex en literatura infantil.
Los datos están tomados del libro
Con este sí, con este no. Más de 500 fichas de literatura infantil argentina, de Ruth Mehl (Buenos Aires, Ediciones Colihue, 1992).


lunes, enero 08, 2001

¿Recomendaciones didácticas?
Sería muy bueno que incluyeran aspectos que tengan que ver con la transposición didáctica (si se puede hablar de esto en literatura) para orientarnos (a los docentes que trabajamos en Profesorados) sobre cómo enseñar a las futuras maestras jardineras a trabajar y hacer gustar de la literatura a los niños.
Liliana (Argentina)
Imaginaria: Somos bastante reacios a las recomendaciones didácticas sobre la utilización de la literatura en la escuela. Su exceso, el didactismo, ha jugado bastante en contra del género. De todas formas, en varios artículos ya publicados en Imaginaria presentamos abordajes en el sentido de cómo acercar los libros a los chicos y cómo familiarizarlos con la lectura. Es nuestra intención continuar en esa dirección y también poder difundir experiencias que se están realizando en distintas partes del mundo en torno a la animación a la lectura y el acercamiento de los libros a los niños y jóvenes.


Lecturas para los 8 años
Tengo una hija de 8 años a la que no logro entusiasmar con la lectura. Me gustaría que me dieran algunas recomendaciones de libros que puedan atraparla.
Andrea Conde (Argentina)
Imaginaria: En nuestra sección "Libros" va a encontrar varios títulos apropiados para la
edad de su hija. Al final de cada comentario siempre sugerimos a partir de qué edad es recomendado el libro. De todas maneras, le damos una pequeña lista adicional de títulos muy interesantes para ese nivel lector:
-Jumanji. Chris Van Allsburg. México, Fondo de Cultura Económica. Colección Los especiales de A la orilla del viento.
-La escoba de la viuda. Chris Van Allsburg. México, Fondo de Cultura Económica. Colección Los especiales de A la orilla del viento.
-Serie de Willy (Willy el campeón, Willy el mago, Willy el tímido, Willy y Hugo, Willy el soñador). Anthony Browne. México, Fondo de Cultura Económica. Colección Los especiales de A la orilla del viento.
-Las aventuras del sapo Ruperto. Roy Berocay. Montevideo, Editorial Alfaguara. Colección Infantil, serie Morada.
-Cuentos del circo. Ricardo Mariño. Buenos Aires, Ediciones Colihue. Colección Libros del malabarista.
-Amadeo y otra gente extraordinaria. Graciela Montes. Buenos Aires, Editorial Gramón-Colihue. Colección Los libros del Árbol.
-La niña que iluminó la noche. Ray Bradbury. Buenos Aires, Ediciones de la Flor. Colección Libros de la Florcita.
-Siete casas, siete brujas y un huevo. Gloria Sánchez. Madrid, Ediciones SM. Colección El Barco de Vapor, serie Blanca.
-Ani salva a la perra Laika. Ana María Shua. Buenos Aires, Editorial Sudamericana. Colección Pan Flauta.
-Tut-Tut. Jon Scieszka. Bogotá, Grupo Editorial Norma. Colección Torre de Papel, serie Torre Roja.
-Pirata Barbanegra. Jon Scieszka. Bogotá, Grupo Editorial Norma. Colección Torre de Papel, serie Torre Roja.
-Los caballeros de la mesa de la cocina. Jon Scieszka. Bogotá, Grupo Editorial Norma. Colección Torre de Papel, serie Torre Roja.