Frank Tashlin, todo un gagman
Por Sergio Eisen. «Recorriendo las imágenes de su libro El oso que no lo era, uno podría adivinar que Frank Tashlin, antes de convertirse en autor de cuentos, había sido animador y más específicamente un gagman, aquellos artistas que inventaban determinadas situaciones cómicas o chistes visuales dentro de la trama de los dibujos animados y las películas. A pesar de que existe poca documentación que lo pruebe, algunos críticos revisionistas aseguran que Tashlin pusó su sello como gagman en Pinocho, Fantasía y Cenicienta, tres obras de culto dentro de la animación clásica, que corresponden a la primera época del estudio de Walt Disney.»