149 | DESTACADOS | 2 de marzo de 2005

Una selección temática de contenidos aparecidos en números anteriores

Tres reflexiones sobre la escritura

Cuál es el lugar de un escritor. Si lugar
significa influencia, importancia práctica,
el arte no ocupa ningún lugar. Utopía
significa precisamente eso: no lugar,
ningún lugar. Un escritor no es sólo un
señor que publica libros y firma contratos
y aparece en televisión. Un escritor es,
un hombre que establece su lugar
en la utopía.
Abelardo Castillo (*)

En Destacados de este número presentamos tres autores —un inglés y dos argentinos— que reflexionan sobre su pasión y su oficio: la escritura:


Un consejo para escritores principiantes:
"Cuando se trata de escribir, eres lo que lees"

Fotopor Aidan Chambers

Durante una visita a la Web de Aidan Chambers —ganador del Premio Hans Christian Andersen 2002—, encontramos este artículo, hasta ahora inédito en castellano. En un estilo muy semejante a una conversación entre amigos, su autor revela algunas de las claves inherentes al acto de escribir. (Reproducido con autorización expresa del autor, y traducido del inglés por Laura Canteros).


Pasajero en tránsito

Fotopor María Teresa Andruetto

"Entre los africanos, cuando un narrador llega al final de un cuento, pone su palma en el suelo y dice: aquí dejo mi historia para que otro la lleve. Cada final es un comienzo, una historia que nace otra vez, un nuevo libro."

Texto de la ponencia presentada por la escritora argentina María Teresa Andruetto en el I Congreso Internacional de Literatura Infantil y Juvenil organizado por el Centro de Propagación de Literatura Infantil y Juvenil (Ce.Pro.Pa.L.I.J.), de la Universidad Nacional del Comahue (Cipolletti, provincia de Río Negro, setiembre de 2001).


Una cuestión de género

Fotopor Pablo De Santis

Un singular artículo del escritor argentino Pablo De Santis en el que reflexiona sobre el discutido género "juvenil". Anticipamos el item referido al principio de la "Libertad Absoluta" del autor:

"Quienes impugnan la literatura juvenil como género proponen tácitamente la existencia de un verdadero escribir que es natural y que no supone limitación alguna. El gran autor, argumentan, es el que cuenta siempre con la Libertad Absoluta. Desgraciadamente, nuestra libertad siempre es condicional y es mejor tenerlo presente. Las poéticas de la libertad dieron origen a los peores excesos del surrealismo y del teatro absurdo, a la acumulación, la oscuridad y el aburrimiento; las poéticas de la constricción, en cambio, produjeron a Navokov, a Perec, a Borges, a Calvino."


Nota:

(*) Extraído de su libro Ser escritor (Buenos Aires, Perfil Libros, 1997), citado por María Teresa Andruetto en el artículo "Pasajero en tránsito".


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