118 | LECTURAS / FORO | 24 de diciembre de 2003

Foto de Adela BaschConversación abierta con Adela Basch
Invitada especial del foro de Imaginaria y EducaRed

 


Rumor cotidiano

Adela Basch:

En estos días las "conversaciones" que estoy manteniendo con la estimadísima concurrencia de este foro me trajeron algunos recuerdos muy vivos de mi infancia. Quiero compartir uno.

Cuando de chica supe que había letras y empecé a aprender a escribirlas y a retener los sonidos que me parecían asociados con cada una, vivía envuelta en un rumor que se volvió cotidiano: aaaaaaaaaaaaaaaa, bbbbbbbbbbbbbbbbbb, cccccccccccccc, dddddddddddd, eeeeeeeeeeeee, fffffffffffffff, ggggggggg… Y ese rumor se convirtió en palabras, muchas veces no vinculadas gráficamente con la letra que lo provocaba: ah, ah, ah, ve, ve, ve, sé, sé, sé, dé, dé, dé, eh, eh, eh, fe, fe, fe, je, je, je...


Isabel:

Cuando era chica mi hermano era tartamudo, y por las noches tenía que practicar los ejercicios, y yo escuchaba trtrtrtrtr brbrbrbrbr erre con erre guitarra erre con erre carril y todas esas trtrtr trabadas se convirtieron para mí en rumor cotidiano y noctámbulo.


A.B.:

Isabel, los recuerdos de tu infancia me hacen recordar otros rumores cotidianos de la mía. Entre otros, el de esa maestra que se empeñaba en hacernos decir "lluvia", "llave", "llano" casi como "liuvia", "liave", "liano", y se empecinaba en hacernos pronunciar algo que no era parte de nuestro hablar.


I.:

¿Y mamá amasa la masa? Mi mamá me mima mi mamá me ama. Me hacés acordar a las primeras páginas de Campanita, mi libro de lectura. Yo tuve una maestra que si te levantabas de la silla cuando no correspondía te decía: "siéntate tú". Y con mis compañeros nos entreteníamos con los sonidos tate tu.


A.B.:

Qué disociación entre la realidad y lo que se aprende para moverse en la realidad, ¿no? Qué delicia de doble mensaje para las tiernas y pequeñas criaturas.


Anahí Rossello:

Voy con otra anécdota.

Laura, que ya leía hacía rato aunque su maestra de primer grado ni se interesara en registrarlo, se revolvía atormentada en su silla de hacer la tareaparaelhogar:

palabrasquellevenpymporquesonlasletrasquelamaestraenseñó

"Puma...ya la escribí en el cuaderno de clase. Pomo, ya la escribí en el cuaderno de clase. Mapa, ya la escribí en el cuaderno de clase. ¡La puta que la parió! ¿A quién se le ocurre escribir usando solamente dos letras si para hablar usamos todas?"

Nota: Perdón por las expresión poco apropiada para un Foro. Sepan disculpar a la niñita y comprender su necesidad de desahogarse, ya que en la tareaparaelhogar, la maestra no estaba presente imponiendo sus disociaciones.

Retomando los sonidos de la infancia, recuerdo las misas en latín.¡Qué maravilla ese rey que hablaba esa lengua extraña, en ese palacio de oro que olía a incienso!

¿Y las canciones patrias? Gloria y olooooorrrrrrrr... Azulunara, del color del cielo...


A.B.:

¿Quién te dice que por ese camino no podríamos resignificar todo lo que no tiene significado alguno?


Andrés1530:

¡Es verdad! Cómo nos arrojaban palabras por la cabeza en la escuela, y mucho más en las piezas de museo que eran (y son) las canciones patrias.

En realidad lo que choca es que nadie se preocupa de traducirselas a los chicos, entonces siempre gana el sentido y los chicos le encuentran alguno.

En la escuela de mis hijos decían hasta este año una oración a la bandera que escribió Sarmiento (hablaba de que jamás había sido atada a ningún carro triunfal... y otras desactualizaciones.).

Propuse una oración nueva con un léxico y sentido más cercano a los chicos, ¡y me escucharon! A veces se puede.


A.B.:

Yo también lo creo.

Andrés, cuando leo "Andrés1530" siempre me ensarto y me parece que mandaste tu mensaje a las tres y media de la tarde.


Starosta:

Me encantaron tus anécdotas, Anahí.

Y las canciones patrias -además de dar para hablar largo de la resignificación-, qué hermoso tema para recordar la nebulosa que rodeaba esas palabras mántricas golpeteando al unísono, fervorosamente, en mi oído de infante:

Los mortales, el sagrado, los laureles (saneternos), la fatiga (tuilusióny tutormento o tudescansoycalma o laquealdarlelsaberle) , o queseyó.

(Hoy casi diría: adultos, recapaciten sobre el material que escuchan sus niños...)

En fin, ¿cómo discernir de qué iba la historia, nuestra historia?



Artículos relacionados: