78 | LINKS | 5 de junio de 2002

La Ventana de Millás
www.cadenaser.com

A saltos de mouse, desde la página principal de la radioemisora española Cadena SER, haciendo click en La Ventana y luego en La Ventana de Millás, el navegante llegará al espacio coordinado por el escritor Juan José Millás y podrá leer las historias breves que envían los oyentes del programa La Ventana. Y tal vez la lectura lo anime a mandar la propia.

La Ventana está dirigido y conducido por Gemma Nierga, quien invitó a Millás a participar en el programa en un espacio dedicado a contar historias. Se decidió luego abrir la participación de los oyentes para que envíen las suyas. Así, todas las semanas se propone un tema y, de entre todos los textos que llegan, se arma una selección que se lee por la radio los viernes a las cinco de la tarde. Los textos son publicados en la página web de Cadena SER y allí permanecen durante 15 días.

El diario El País se sumó a esta propuesta y todos los sábados en el suplemento cultural Babelia, el escritor selecciona y publica algunas de las historias que pasaron previamente por la radio e Internet.

En el programa radial se elige un ganador semanal que recibe como premio libros de la editorial Alfaguara y ¡un jamón de Teruel!

Las condiciones para participar son sencillas y las explica el mismo Juan José Millás:

"Pedimos textos cortos, de no más de 15 líneas, que es la distancia ideal para la radio y para Internet, aunque no siempre nos obedecen y hay gente que envía novelas de 500 páginas. En cualquier caso, la respuesta del público ha sido excelente, quizá porque no se trata de un espacio literario convencional, sino de un espacio en el que investigamos acerca de las relaciones entre la escritura y la vida. Por eso mismo, no sólo recibimos relatos de escritores más o menos en ciernes, sino de personas ingenuas (en el mejor sentido de la palabra) que quizá no habían escrito nada hasta entonces, y que probablemente no volverán a hacerlo, pero que nos han hecho llegar una historia personal que con frecuencia resulta estremecedora, o divertida, o extraña. No es raro que textos sin ambición literaria se conviertan en piezas maestras, mientras que los supuestamente 'literarios' se asfixien en fórmulas retóricas que no les dejan respirar. Procuramos provocar a los oyentes con asuntos de la vida cotidiana y les dejamos libertad para que mientan o digan la verdad. Muchos dicen la verdad cuando mienten, o al revés. (...) Todo el mundo puede participar, bien a través del correo ordinario, bien entrando en la página web de la cadena SER." (Suplemento Babelia del diario El País; Madrid, 20 de abril de 2002.)

Más abajo reproducimos cinco de los relatos publicados esta semana, que responden a la consigna "historias sobre el sentimiento de volver a nacer, de empezar una nueva vida".

Aclaramos que los textos publicados (en la Web, en la radio o en el diario) no son infantiles pero seguramente cualquier joven que los lea (o al que se los lean) se sentirá tentado a participar con su propia producción.

Roberto Sotelo


La Ventana
La Ventana de Millás

Juan José Millás les propone que la semana del 17 al 24 de mayo envíen historias sobre el sentimiento de volver a nacer, de empezar una nueva vida.

INMENSA FORTUNA. Juan Bosch Miro

Yo no tomé aquel avión que se estrelló. Mi familia nunca lo ha sabido.

PRIVILEGIOS. Teresa Ballester

Me sacó del baúl donde olvidada permanecí durante treinta años. Me encajó el brazo, cosió los desperfectos de mi vestido, me pintó los labios, me acomodó sobre su cama y salió hacia el hospital. Parió una hija, yo resucité. Privilegio de madre, privilegio de muñeca.

CAMBALACHE. Javier Iglesias

Fue una suerte que después de la operación me metieran en una habitación con un enfermo bastante joven. Sólo tuve que hacer una hábil conexión en los tubos de nuestros goteros para diluirme a través del suyo y desembocar en su cuerpo mientras él caía lentamente, gota a gota, sobre el mío. Acabo de cambiar mis ochenta y cuatro años por sus veinticinco. No he vuelto a nacer, pero casi.

EL CUADERNO NUEVO. Carlos Hernández de la Torre Navarro

Pronto se dio cuanta de que escribía peor que los demás niños. Cuando empezaba un cuaderno, se ilusionaba pensando que lo haría mejor. Durante las primeras letras, quizás las primeras líneas, pensaba haberlo conseguido. Después venía la sensación de fracaso y el pesimismo. La ilusión volvía a surgir, al empezar el siguiente cuaderno.

RECUERDO EL PARQUE. Javier Campuzano

A mi edad aún recuerdo el parque de juegos donde mi madre me llevaba cada tarde después del colegio. Era un niño afortunado pues todos los días tenía la peseta justa para comprar un paquete de suculentas pipas que me comía mientras me mecía en el columpio. Esa tarde, después de inundar la arena de cáscaras, a punto de acabar mi bolsa, me encontré con una sorpresa, un papel que me decía "repita", acababa de ganar una nueva bolsa para mí. Hoy, muchos años después, busco todos los días en mis bolsillos un papel idéntico a aquél que me permita volver a empezar. Aún no lo he encontrado.


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