Madisú
Christine Nöstlinger
Versión basada en un relato de Frank Abu Sidibé.
Ilustraciones de Arnal Ballester.
Madrid, Gaviota, 1997.
Colección Gaviota Junior.
Christine Nöstlinger nos ofrece en Madisú la recreación de un relato folklórico del África occidental. Con fuerte presencia de elementos temáticos y narrativos también hallables en el cuento tradicional europeo (especialmente en La cenicienta de Perrault), la historia nos relata las vicisitudes que debe padecer Madisú frente a una familia hostil.
El lector se encontrará con un argumento familiar y reconocible: una joven que sufre el maltrato de su madrastra para favorecer a su hija biológica, Sata, media hermana de Madisú. En el poblado donde viven se está por celebrar una importante fiesta en la cual las jóvenes podrán encontrar a su príncipe azul. Pero aquí lo que cuenta no es la fiesta en sí sino los preparativos; las jóvenes deberán hacerse las más bonitas trenzas para conquistar al mejor pretendiente. Mientras Sata y su madre concurren al mejor peluquero de la aldea, Madisú se quedará fregando toda la casa. Como en los mejores cuentos maravillosos, un hecho mágico y fortuito resolverá la situación a favor de Madisú.
Nada nuevo para el lector que ya haya frecuentado los relatos de Charles Perrault o los Hermanos Grimm, pero lo verdaderamente atractivo de Madisú es el entorno del cuento: el paisaje, los personajes, las costumbres y el conocimiento de una estructura social distinta y sorprendente a la vez para los ojos occidentales.
Madisú brinda también la oportunidad de apreciar una faceta poco conocida, aunque ya incursionada (véase El nuevo Pinocho. Valencia, Versal Libros, 1988) por esta autora austríaca, ganadora del Premio Andersen en 1984. Nos referimos a la tarea de crear versiones de relatos folklóricos o tradicionales emprendida por escritores contemporáneos que, en muchos casos, oficia de homenaje o rescate —para el lector infantil— del patrimonio cultural de la humanidad.
Las sobrias y delicadas ilustraciones del artista catalán Arnald Ballester, producto de la combinación del elementos del arte africano y un estilo muy propio, agregan otro atractivo más al libro.
Recomendado a partir de los 8 años.
Roberto Sotelo
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