Iván Bilibin (1876-1942)

Por Marcela Carranza. Datos biográficos y galería de obras de este artista, considerado uno de los fundadores del arte gráfico ruso aunque su obra no se haya limitado a la ilustración.

  Iván Bilibin por Borís Kustódiev (1901).

por Marcela Carranza

Iván Yàkovlevich Bilibin nació el 4 de agosto de 1876 en Tarjovka, cerca de San Petersburgo (Rusia). Asistió a la Escuela de la Sociedad de Estímulo de las Artes en 1895 y continuó sus estudios en la Universidad de San Petersburgo, donde se graduó en Derecho en 1900, obedeciendo a un mandato paterno. Sin embargo nunca ejerció esta profesión.

En marzo de 1899 la revista Mir Iskusstva (Mundo del Arte) le encargó unos dibujos que darían inicio a su carrera como ilustrador de libros. Unos meses después en el mismo año, la Casa de la Moneda le pidió ilustraciones para cuentos rusos. También Bilibin recibía clases en el taller dirigido por el pintor y escultor realista Iliá Repin (1844-1930), donde presentó diez ilustraciones de cuentos folklóricos: “El cuento del zarevich Iván, el pájaro de fuego y el lobo gris”; “La zarevna rana” y “La pluma de Finist, el halcón resplandeciente”, entre otros.

Ilustración para “El cuento del zarevich Iván, el pájaro de fuego y el lobo gris” (Bilibin, 1899).

Entre 1902 y 1904 el artista viajó por el norte de Rusia, donde quedó impresionado por la arquitectura antigua y el folklore ruso. Fruto de ese viaje es su escrito Artes folclóricas del norte de Rusia (1904).

Durante los años 1905-1906 Bilibin publicó dibujos en revistas satíricas. Uno de ellos le valió un apercibimiento administrativo. Se titulaba “El asno Equus asinus al 1/20 del natural” y aludía claramente al zar Nicolás II.

Una exposición en San Petersburgo del pintor Víctor Vasnetsov (1848-1926) —entre cuyos cuadros figuraba Bogatires— impactó profundamente a Bilibin y orientó su carrera artística hacia los temas fabulosos del folklore ruso. En un viaje a Moscú conoció personalmente a Vasnetsov y descubrió la pintura romántica de inspiración nacional.

Bilibin es considerado uno de los fundadores del arte gráfico ruso, pero su obra no se limitó a la ilustración. En 1904 por encargo del Teatro Nacional de Praga realizó los decorados y el vestuario de la ópera Snegúrochka, de Rimski-Kórsakov. Desde entonces se dedicó al arte escenográfico. El arte japonés tradicional, como puede observarse en sus ilustraciones del “Romance del Zar Saltán, de su hijo el príncipe Guidón Saltánovich, famoso y poderoso paladín, y de la bellísima zarievna Cisne” de Alexandr Pushkin, ejerce también influencia en la obra de este artista.

Ilustración de Iván Bilibin para el libro Cuento del rey Saltán, de su hijo, el príncipe Guidón, glorioso paladín, y de la bella princesa Cisne, de Alexandr Pushkin (Moscú, Editorial Progreso, 1973).

El artista viajó al extranjero donde llevó a cabo numerosas obras. Entre ellas podemos nombrar: paneles murales en El Cairo (Borís y Gleb en un barco, 1921); frescos y un iconostasio para la iglesia ortodoxa siria de Alejandría; frescos y un iconostasio para la iglesia rusa del cementerio de Praga (1927); El bogatir Míkula Selianínovich, para el Consulado soviético en París (1935). También pintó acuarelas en Egipto y Provenza.

En 1936 regresó a la Unión Soviética y dictó clases y conferencias en la Academia Soviética de las Artes hasta 1941. La Segunda Guerra Mundial le sorprendió mientras trabajaba en Leningrado en la ilustración de bilinas (*), y en los decorados y el vestuario para una película cuya realización se vio interrumpida por la guerra: El herrero Coloso. También estaba ocupado en la preparación de una exposición en Moscú.

Desde 1941 a 1944, durante 900 días la ciudad de Leningrado sufrió el sitio de las tropas de Hitler. Centenares de miles de personas murieron de frío y hambre en sus hogares, o a merced de los frecuentes bombardeos. Iván Bilibin fue una de esas víctimas. El gran ilustrador de los cuentos del pueblo eslavo falleció el 7 de febrero de 1942, durante el primer invierno de aquel terrible episodio de la historia rusa.

Nota

(*) Las bilinas son canciones o poesías épicas (semejantes a los romances) compuestas por el pueblo de la Rusia antigua donde se relatan hechos históricos, principalmente de los siglos XI al XVI.

Ilustraciones de Iván Bilibin para los Cuentos populares rusos

Ilustraciones de Iván Bilibin para el libro Cuento del rey Saltán, de su hijo, el príncipe Guidón, glorioso paladín, y de la bella princesa Cisne, de Alexandr Pushkin (Moscú, Editorial Progreso, 1973).

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