Teatro: Una gaviota afortunada, por el Grupo de Titiriteros del Teatro San Martín (Buenos Aires, Argentina)

«A la gaviota empetrolada apenas le restan fuerzas para depositar un huevo en el muelle y pedirle al gato Zorbas que dé prioridad al instinto de supervivencia del conjunto del mundo animal por sobre las costumbres de su propia especie: que no se coma el huevo ni al pichón de gaviota, que lo críe y que le enseñe a volar. Menuda tarea, esta última, para un gato bien terrenal.»  Reseña por Juan Garff.

por Juan Garff

De gatos, gaviotas y lazos solidarios:
Gratísimo trabajo del Grupo de Titiriteros del Teatro San Martín

A la gaviota empetrolada apenas le restan fuerzas para depositar un huevo en el muelle y pedirle al gato Zorbas que dé prioridad al instinto de supervivencia del conjunto del mundo animal por sobre las costumbres de su propia especie: que no se coma el huevo ni al pichón de gaviota, que lo críe y que le enseñe a volar. Menuda tarea, esta última, para un gato bien terrenal.

Contará para ello con la ayuda de sus amigos felinos y de un poeta. Pero sobre todo, con la de los titiriteros, que le permiten al gato recorrer en escena la historia relatada por el chileno Luis Sepúlveda en su Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar.

La adaptación de Mabel Marrone, responsable también de la puesta del Grupo de Titiriteros del Teatro San Martín, prescinde de la localización en Hamburgo del original, así como de varios personajes secundarios, y gana no sólo la necesaria teatralidad, sino también en poesía y fuerza expresiva. Y al reemplazar palabras por imágenes, amplía el abanico de edades al que se dirige, para incluir hasta a los más pequeños que ya tienen edad como para contener la muerte de la gaviota madre en el inicio. Sólo en algunos tramos del desarrollo se demora la acción en diálogos que se extienden más de la cuenta.

La presencia de los actores titiriteros sobre el amplio escenario casi despojado, habitual en las puestas del Grupo de Titiriteros, sugiere el clima en que sumergen los personajes titiritescos. Son como el viento que les permite elevar vuelo. La manipulación individual destaca claramente al muñeco sobre la figura de su manipulador —aunque no siempre la iluminación logre seguir plenamente sus movimientos— y algunas de las voces animales son pequeños hallazgos. La musicalización de Adelaida Mangani, también directora del elenco, subraya con fuerza la emotividad de los momentos cruciales.

Y un poeta

Los peligrosamente torpes pelícanos, los gatos protagonistas así como los felinos maulas, que intentan robarles el pichón, y las gaviotas —desde el pichón hasta la elegante bandada— conforman una variopinta fauna de personajes, a los que se agrega como único humano el poeta, especie de deus ex machina que aporta el toque que permite el desenlace feliz. Tal vez por ello, su rostro recuerda al de Ariel Bufano, creador del Grupo de Titiriteros y motor de su trayectoria más allá incluso de su desaparición física.

Vale aclarar que la puesta no es una respuesta oportunista al desastre de derrame petrolero en el Golfo de México, producido en abril, cuando la programación del Teatro San Martín —incluida la versión titiritesca del texto de Sepúlveda— había sido anunciada ya a fines del año pasado. Se trata, eso sí, de una lectura oportuna y sensible de fenómenos contemporáneos, que va mucho más allá del problema de la contaminación de las aguas, al apuntar al desafío de crear lazos solidarios entre seres diferentes.


Artículo extraído del diario La Nación (Buenos Aires, 3 de julio de 2010) y reproducido en Imaginaria con autorización del autor.


Ficha Técnica

Una gaviota afortunada

Basado en el libro Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar de Luis Sepúlveda.

  • Adaptación Mabel Marrone.
  • Coordinación de producción: Mariana Mitre
  • Asistencia de dirección: Galo Ontiveros
  • Diseño de sonido: Pablo Yurrevaso, Leo Leverone
  • Musicalización: Adelaida Mangani
  • Iluminación: Miguel Morales
  • Diseño y realización de mecanismos de títeres: Victoria Chacón, Mariela Solari
  • Diseño de escenografía, títeres y vestuario: Maydeé Arigós
  • Dirección: Mabel Marrone

Elenco: Grupo de Titiriteros del Teatro San Martín (por orden de aparición)

  • Pelícano: Bruno Gianetelli
  • Zorbas: Ivo Siffredi
  • Niño: Lucila Mastrini
  • Bubulina: Katty Raggi
  • Gavioto: Vigía Julia Ibarra
  • Bandada: Florencia Svravrychevsky, Lucila Mastrini
  • Kengah: Eleonora Dafcik
  • Gaviota: Carlos Peláez
  • Gato Malo: Myrna Cabrera
  • Otro Gato Malo: Valeria Galíndez
  • Sabelotodo: Florencia Svravrychevsky
  • Colonillo: Carlos Peláez
  • Secretario: Bruno Gianatelli
  • Gatitos estudiantes: Valeria Galíndez, Julia Ibarra, Lucila Mastrini
  • Hijo de Sabelotodo: Johana Mizrahi
  • Afortunada: Ariadna Bufano
  • Barlovento: Victoriano Alonso
  • Poeta: Eleonora Dafcik


Funciones

  • Teatro San Martín, Sala Casacuberta (Avenida Corrientes 1530, Buenos Aires – Boletería: 0800-333-5254).
  • Funciones: sábados y domingos a las 16 horas.
  • En vacaciones de invierno: de martes a domingos, a las 15:30 horas.
  • Platea: $15.-
  • Duración: 60 minutos.
  • Esta obra se recomienda para niños de cuatro años en adelante.

Importante: Durante las vacaciones de invierno de 2010, desde el sábado 17 de julio hasta el domingo 1º de agosto, el Complejo Teatral de Buenos Aires realizará funciones, de martes a domingos, de las obras para grandes y chicos Una gaviota afortunada y Moc y Poc, ambas interpretadas por el Grupo de Titiriteros del Teatro San Martín, que dirige Adelaida Mangani. Consultar por más información en la página web del Complejo Teatral de Buenos Aires (http://www.teatrosanmartin.com.ar/)


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5 comentarios sobre “Teatro: Una gaviota afortunada, por el Grupo de Titiriteros del Teatro San Martín (Buenos Aires, Argentina)”

  1. Erica Holc dice:

    Hola a la gente «Imaginaria», y sobre todo al grupo que llevó a la versión en títeres de Historia de una gaviota de Luis Sepúlveda. Les cuento que mi hermana que trabaja en EGB1 (todavia se llama así) leyó con los chicos de tercer grado esa novela y cuando le comenté que aqui se divulgaba una versión para títeres, me pregunta si es posible acceder a esa versión y cómo conseguirla, para tratar de ponerla en práctica con su grupo de alumnos.
    Gracias desde ya por lo que puedan responderme,


  2. Roberto Sotelo dice:

    Para Erica:

    Tendría que consultar directamente al Grupo de Titiriteros del Teatro San Martín.
    La dirección de contacto la encontrará en la página web del Complejo Teatral de Buenos Aires que figura al pie del artículo.


  3. Lucia dice:

    Hola, ayer llevé a mi hija de tres años y medio a ver la obra y si bien le gustó mucho, también le generó mucha angustia que la gaviota «mamá» se muriera empetrolada. Mi hija ha visto videos en los que hay gente que se dedica a lavar pájaros empetrolados y se preguntaba por qué eso no era podible en la obra. También me lo pregunto yo o ¿es que necesitamos que también los títeres del Teatro San Martín y sus excelentes titiriteros (y realmente excelente la puesta y la producción) se parezcan a las películas de Disney como Bambi o Dumbo que tanto han hecho sufrir a generaciones anteriores sin, creo, sentido alguno. La muerte de la madre no es algo fácil de entender para un niño.
    Conocer la muerte es parte de la vida, lo entiendo, pero ¿se justifica por el hecho artístico? creo que no.
    Saludos,
    Lucía.


  4. Karina dice:

    Recién llego del teatro FASCINADA !!
    A mi hijo Teo de 7 años le encantó. Es una maravilla de obra , los titiriteros son geniales , la música inmejorable …me gustó mucho
    IVO CAPOOOOOOOOOOO!!


  5. Susana Blanco dice:

    Fui en el 2012 con mis nietas al teatro Regio.
    Me encantó. Les gustó a las nenas (de 6 y 3 años), especialmente a Milena la mayor, que salió con muchas observaciones y preguntas.
    A mí me pareció transgresora por donde se la viera, y bienvenida esa transgresión. En cuanto a la muerte de la gaviota la veo absolutamente necesaria en la obra. La realidad es más cruda.