Fernando Baldó

“Ilustrar es todo el proceso de captar la esencia de un texto, procesarla y complementarla con un sentido propio, potenciándolo, enriqueciéndolo con formas, texturas y colores que intentan transmitir sensaciones y atmósferas a través de la imagen.” Datos biográficos y galería de obras de este ilustrador argentino. Además, un texto escrito para Imaginaria sobre su forma de trabajar.

Informe preparado por César Da Col

“Ilustrar es todo el proceso de captar la esencia de un texto, procesarla y complementarla con un sentido propio; potenciándolo, enriqueciéndolo con formas, texturas y colores que intentan transmitir sensaciones y atmósferas a través de la imagen. Desde que tengo memoria dibujar es un placer, algo mágico. Es entrar en un mundo donde las reglas las pone uno; y siempre es diferente, muta y evoluciona. Me siento muy afortunado de poder dedicarme a esta profesión apasionante.”

Fernando Baldó nació en la ciudad de Buenos Aires, en agosto de 1975. Es ilustrador y dibujante de story boards para agencias de publicidad y productoras de filmación. Entre 1998 y 2000 estudió técnicas de ilustración en la escuela de dibujo de Juan Bobillo y Marcelo Sosa. Luego se desempeñó como profesor de la materia en la Escuela de Claudio Kappel y en la EAH (Escuela Argentina de Historieta). Es miembro del Foro de Ilustradores/Argentina, y de A.D.A. (Asociación de Dibujantes de Argentina).

Al consulltarle sobre sus primeras influencias artísticas, Baldó sorprende con su respuesta: “El primer artista que admiré sin duda fue mi hermano, que también es dibujante (con un talento extraordinario, créanme). Recuerdo que, cuando lo veía dibujando, me encantaba sentarme a su lado e intentaba copiarlo; sin éxito, claro, pero lo intentaba. Y aprendía.”

“Creo que en segundo lugar —continúa el ilustrador—, debería mencionar como influencias el conjunto de dibujitos animados que veía en la época en que cursaba la escuela primaria: Robotech, He-Man, Los Superamigos, etc. Cualquiera era bienvenido para estimular la imaginación. Tampoco puedo evitar mencionar películas maravillosas como Laberinto, El cristal encantado, Blade Runner y Conan el bárbaro, que supieron deslumbrar mis ojos de niño y acicatear mi imaginación hasta el límite y mas allá…”

Como primeras lecturas de infancia, el ilustrador destaca a las revistas Billiken, Anteojito, Humi, al libro El principito, y agrega: “También unos libros de una vieja colección de terror y misterio, algunos títulos de las colecciones ‘Elige tu propia aventura’, ‘Dungeons & Dragons’ y otros de fantasía y ciencia ficción. Más tarde Ray Bradbury y Tolkien. En historieta, recuerdo que me gustaba leer Condorito, Patoruzú y algunas cosas de El Tony o D’artagnan. Tiempo después conseguía algunas revistas de cómic de superhéroes en el parque Rivadavia: Superman, Batman, El Hombre Araña, X-Men, etc. Creo que fui fanático (por un tiempito) de todos y cada uno de los superhéroes. Luego descubrí la Zona 84 —una revista de antología de cómic europeo de ciencia ficción) y aluciné. Tambien me deslumbró la vieja revista Fierro en general y el ilustrador Oscar Chichoni en particular.”

Entre tantos autores y obras, Baldó resalta a dos personas muy especiales para su formación, los ya mencionados Juan Bobillo y Marcelo Sosa: “Además de enseñarme técnicas del oficio me dieron la confianza para creer en mi trabajo”.

Fernando Baldó realizó ilustraciones para Puerto de Palos, Santillana, Tinta Fresca, Letra Impresa y otras editoriales nacionales e internacionales. En 2008, obtuvo el Primer Premio en el Segundo Certamen Internacional de Cómics “Luis Molina” (Murcia, España). Al año siguiente, en conjunto con el guionista Diego Agrimbau, ganó el Primer Premio en la categoría Medio Ambiente en “Creacómic”, certamen organizado por la Obra Social de la Caja de Ahorro Mediterráneo (Alicante, España). Y casi al mismo tiempo, recibió el premio “Haxtur” por su colaboración en la obra colectiva Un Buen Hombre (Barcelona, Editorial Glénat), con guión de Javier Cosnava.

En la actualidad, el dibujante continúa haciendo story boards para productoras de cine y televisión y trabajos de ilustración infantil y juvenil: “También estoy trabajando en tres proyectos de historieta con los guionistas Diego Agrimbau, Javier Mora Bordel y Javier Cosnava. Y tengo dos proyectos como autor integral: uno de cómic y otro de libro infantil”.

Para ver más trabajos de Baldó, hay que visitar su blog personal: http://garabatitosferbaldo.blogspot.com. Y para contactarse con él hay que escribir a dibujosferbal@gmail.com.

Así trabajo

Dependiendo del tipo de encargo decido qué tipo de estilo de dibujo es el apropiado y cuál es la técnica más adecuada. Así, puedo decidir entre trabajar manualmente (lápiz, tinta, acuarela, acrílico, óleo), digitalmente (Photoshop y/o Corel Painter), o de modo combinado.

Luego dedico un tiempo para analizar el tipo de requerimientos del pedido o leo el texto o guión. Se disparan las primeras imágenes en mi cabeza y elijo enfoque, encuadre, perspectiva, postura del/los personajes, etc. Puede ser que en esta instancia la complejidad del trabajo requiera de cierta investigación y documentación. La búsqueda de imágenes de referencia es muy importante si uno intenta lograr verosimilitud en el resultado final.

Seguidamente empiezo a bocetar, a trazar las primeras líneas componiendo la escena con poco detalle. Es un primer acercamiento, una planificación.

Una vez plantada la estructura del dibujo, y si me encuentro conforme con el resultado, procedo a trabajar el lápiz y definir los contornos de las formas.

Pulido el dibujo, lo escaneo (en este caso), y una vez digitalizado trabajo en capas de Photoshop. La cantidad de capas varía según el dibujo; en una de ellas está el dibujo a lápiz. Decido con qué paleta de colores trabajaré y planteo un color de fondo. A partir de allí, empiezo a trabajar capas superpuestas semitranslúcidas (como veladuras) y voy dando volúmenes y tonos.

Lo bueno de trabajar digitalmente es que me permite aumentar la imagen (con el zoom) lo que uno quiera y hacer los detalles finales con una precisión inigualable. Esto también facilita mucho la tarea de hacer correcciones, variaciones o ajustes. Cuando termino la imagen, la envío por mail o la grabo en un CD y listo.

No voy a negar que he librado duras batallas en el afán por conseguir un determinado escorzo, un tipo de expresión en el rostro de algún personaje, una rebuscada perspectiva o una paleta de color extravagante o inusual. A veces no es fácil lograr plasmar fielmente en el papel la imagen que tengo en mente. Se trata de bocetar, corregir, pulir, definir y volver a ajustar. Hay días en los que debo esforzarme y dedicar mucho tiempo a la construcción de una ilustración. Pero en otras ocasiones las cosas fluyen con vehemencia, todo encaja y se acomoda de manera natural. Las líneas parecen tener vida y emergen del papel las formas, los volúmenes y los colores. Entro en una especie de trance y casi casi me convierto en un espectador, viendo mi mano derecha bailando frenéticamente sobre la superficie del papel. Es entonces cuando descubro un nuevo mundo…

Obras de Fernando Baldó

“Circo”. Ilustración inédita. Técnica: Dibujo a lápiz, coloreado digital.

“Encantados”. Ilustración inédita. Técnica: Dibujo a lápiz, coloreado digital.

Ilustración del libro Las aventuras de Gilgamesh” (Buenos Aires, Letra Impresa Grupo Editorial, 2008). Técnica: Dibujo y entintado digital.

“Marc”. Ilustración inédita correspondiente a un proyecto del autor. Técnica: Dibujo a lápiz, coloreado digital.

“Minotauro”. Ilustración inédita. Técnica: Acrílico sobre lienzo.

Ilustración del libro Six Ghost Stories, de Pearson Education Ltd para la colección “Penguins Readers” (Londres, 2009). Técnica: Dibujo a lápiz, coloreado digital.

Primera página correspondiente a un proyecto de historieta realizado con el guionista Diego Agrimbau. Técnica: Dibujo a lápiz, coloreado digital.

Arte conceptual para el proyecto Zundora.