Los sueños del sapo
Cuentos y leyendas
Javier
Villafañe
Ilustraciones de Tabaré.
Buenos Aires, Ediciones Colihue, 2004. Colección Los libros
de Boris.
Siempre es una buena noticia la reedición de libros como Los sueños del sapo de Javier Villafañe. Han pasado 41 años desde la primera edición de estos relatos, y sin embargo al leerlos conservan la vigencia de un clásico cuya frescura no se marchita con el paso del tiempo.
Su autor, titiritero y poeta, marcó un hito en la historia de los libros para chicos de nuestro país. La obra de Villafañe (que no se limita a los niños como destinatarios), con títulos como La cucaracha, Circulen caballeros circulen, Los Ancianos y las apuestas, El gallo pinto, El caballo celoso... atraviesa los más diversos géneros, entre ellos: el cuento, la poesía, la leyenda, y por supuesto el teatro de títeres.
En Los sueños del sapo, la narración deliberadamente sencilla y coloquial, sostiene la tercera persona, sin embargo no hay neutralidad en quien cuenta. Los lectores podemos sentir la proximidad al mundo de los particulares personajes que pueblan estas historias: animales, artistas de circo, niños, títeres y el viejo titiritero (alter ego del autor). A menudo la voz que narra cede la palabra a los personajes, y estos hablan como lo harían en el teatrino de títeres. La profusión de diálogos, y una narración a la que no parece sobrarle una sola palabra, otorgan a estos textos el vuelo ágil de los relatos propios de la tradición oral. También de esta fuente parecen provenir los personajes-animales portadores de sentimientos tan humanos como la fidelidad y el amor a la libertad.
"La tijera que cortaba la tierra" nos atrapa desde el delirio poético que promete el título; a la manera de un relato mítico, una simple tijera en manos de una mujer muy hermosa es capaz de crearlo todo.
En "Maese Trotamundos" un accidente con los títeres olvidados bajo la lluvia, se transforma en una conmovedora historia de muerte, culpa e impotencia. No importa cuanto sufra el viejo presentador por la muerte de sus compañeros, no podrá decir lo que siente al público, "...es inútil. En las manos del titiritero es un muñeco. Un muñeco que obedece y afirma las palabras que llegan de abajo".
En "El caballo que perdió la cola" nos sorprende la libertad del narrador frente a sus lectores, a quienes interpela a la manera de un auditorio: "(Señoras, caballeros, niños; hay que darle fin al cuento. Tengo un papel, una lapicera; puedo escribir —éste es mi oficio—: ‘Al despertar, el caballo blanco no tenía cola; la había perdido entre unos tréboles; fue a buscarla, y no la encontró’. O bien, escribir: ‘Al despertar, el caballo blanco encontró su cola; se le había perdido y la halló al pie de un cardo, o a la orilla del agua, y fue feliz’.)" Un final feliz para el caballo, con una cola razonable y útil será el desenlace elegido por el narrador.
El cuento del sapo que sueña muy poéticamente con ser árbol, río, caballo, viento... y finalmente descubre lo maravilloso que es soñar con ser sapo, es el que da nombre al volumen. Las caricaturescas ilustraciones de Tabaré acentúan el ingrediente humorístico ya presente en estos cuentos; va como ejemplo de esto último las dos versiones del popular pícaro Pedro Urdemales: "La olla mágica" y "El árbol de la fortuna".
El cuento folklórico, la picaresca, el teatro de títeres, la poesía... se dan cita en estas imperdibles narraciones de uno de nuestros más grandes escritores para chicos.
Recomendado a partir de los 6 años.
Marcela Carranza
Marcela Carranza es maestra y Licenciada en Letras Modernas de la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina). Como miembro de CEDILIJ (Centro de Difusión e Investigación de Literatura Infantil y Juvenil) participó en el programa de bibliotecas ambulantes "Bibliotecas a los Cuatro Vientos" y en el equipo Interdisciplinario de Evaluación y Selección de Libros. Actualmente se desempeña como docente de literatura infantil en la Escuela de Capacitación (CePA) del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
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