Platero
Revista de literatura Infantil-Juvenil, Animación a la Lectura y Bibliotecas Escolares

Reseña biográfica de José Antonio del Cañizo, quien "ha publicado hasta hoy 16 títulos de Literatura Infantil y Juvenil, con unas 140 ediciones, 70 traducciones a otras lenguas, y más de un millón de ejemplares vendidos. (...) En la producción literaria de Cañizo se combinan la imaginación, la poesía y la denuncia de algunas lacras de nuestra época: la deshumanización, la robotización, los atentados contra el medio ambiente, la carrera de armamentos, la soledad de los ancianos... Estos temas, tan propios de la literatura realista, los trata con el estilo y recursos de la literatura fantástica, incluso con sus matices de absurdo, disparate o nonsense. Es lo que él llama 'Fantasía comprometida'."

"—¿Consideras que la LIJ debe ser un género menor?"

—"A nadie se le ocurre decir que un pediatra es un médico de segunda división porque se dedique a los niños, y de hecho sabemos que es más difícil averiguar lo que le pasa a un chaval que lo que aqueja a un adulto. Y lo mismo digo de un psicólogo infantil, un pedagogo, etcétera, que son profesiones del más alto nivel. Análogamente, la Literatura Infantil y Juvenil hay que valorarla mucho. Apuntaré dos razones entre muchas: la primera, porque a cada escritor le resulta más fácil escribir para los que tienen aproximadamente su misma edad, ya que el vocabulario, la construcción y complejidad de las frases, las alusiones culturales, las referencias a hechos, ideas, ambientes, personajes, lugares, épocas, etcétera, y las reacciones psicológicas de los protagonistas, son habituales y resultan familiares para sus lectores, mientras que al escribir para niños y jóvenes hay que mantenerse, mientras dura la gestación del libro, dando continuamente no saltos mortales, pero sí 'saltos mentales', en una perenne actitud de 'traducción simultánea'. Y la segunda razón consiste en que resulta dificilísimo que la lectura de un libro convierta en lector a un adulto que no lo sea ya, mientras que un buen libro infantil-juvenil es un auténtico vivero de nuevos lectores, y son ya muchos jóvenes y adultos de hoy los que me han dicho que se hicieron o se han hecho lectores gracias a algún libro mío, en los 23 años que llevo ya publicando, y lo mismo pasa con muchos otros autores de este género."

—"En El castillo invisible escribes: 'Qué placer el del escritor que se mete en otros personajes! Y qué sufrimiento. Y cuánto esfuerzo...' ¿Es verdad eso?"

—"La coexistencia, en el acto de escribir, del placer y el esfuerzo, y en ocasiones incluso el sufrimiento, cuando el fluir del relato se nos atranca o un pasaje no alcanza la calidad e intensidad que esperábamos, creo que se refleja muy bien en aquella frase del excelente autor leonés de relatos breves Antonio Pereira: 'A mí no me gusta escribir, lo que me gusta es haber escrito'. Sólo los muy vanidosos se quedan encantados con todo lo que va saliendo de su pluma o de su teclado de ordenador."

—"En la novela que acabo de mencionar pones en boca de Pepe, el maestro protagonista, la siguiente frase: 'cada escritor en sus libros, va sacando a la luz lo que lleva en lo más hondo: sus aficiones, sus inquietudes...' Y detrás del enigmático escritor J. A. Equis, que reproduce las iniciales de tu nombre, indudablemente se esconde J. A. del Cañizo. Cuando escribes, ¿es posible prescindir de uno mismo? ¿El escritor va dejando necesariamente trozos de su vida entre las páginas de los libros que escribe, o se podría afirmar que es sólo ficción, que el autor y su obra son caminos paralelos?"

—"Toda novela, todo relato, refleja la personalidad de su autor, y la prueba está en que acabamos conociendo a nuestros escritores favoritos mejor que a muchas personas a las que tratamos frecuentemente. Pero eso no quiere decir que sus novelas sean autobiográficas, es decir, que le hayan sucedido al autor. Cada libro es como una batidora en la cual se han mezclado todos los avatares inventados por el autor con sus vivencias, su carácter, sus recuerdos, sus sueños, sus añoranzas, y, sobre todo, sus insatisfacciones o sus disconformidades.

De mis 16 libros de LIJ sólo son autobiográficas las escenas de ¡Canalla, traidor, morirás! en las cuales su protagonista hace sus deberes de verano, pone verde a Shakespeare en una redacción, y chuta la piedra en la que ha escrito las tres palabras del título, colocándola ante la puerta del gallinero del alcalde del pueblo (que en la realidad era el secretario del Ayuntamiento, y le he ascendido para compensarle un poco de lo que le hice pasar en la realidad de mi infancia-adolescencia y en mi premiado libro. Pero en los 16 palpitan, sin que yo me lo haya propuesto conscientemente, mis inquietudes, aficiones y creencias, casi todo lo que de verdad me importa, pero envuelto en aventuras a menudo disparatadas y llenas de imaginación y de bromas literarias.

El misterioso autor J. A. Equis sólo se parece a mí en las iniciales J. A. y en que participé muy activamente en aquella gran Semana del Libro Infantil y Juvenil que me inspiró el libro (al igual que en muchas otras); pero hay que despejar la equis, pues mi vida y mi personalidad no son nada enigmáticas ni misteriosas, al contrario que las de mi protagonista..."

En esta sección se enumeran las dieciséis obras de José Antonio del Cañizo ordenadas por edades.

Las obras de José Antonio del Cañizo son reseñadas en esta sección:

El maestro y el robot. Ilustraciones de Arcadio Lobato. Madrid, SM, 1988. Colección Barco de Vapor.

Con la cabeza a pájaros. Ilustraciones de Federico Delicado. Madrid, SM, 1988. Colección El Barco de Vapor.

El comprador de vidas. Ilustraciones de Rapi Diego. Méjico, Fondo de Cultura Económica, 1995. Colección A la orilla del viento.

Con la música a otra parte. Ilustraciones de Mari Cruz López Pintor. Zaragoza, Edelvives, 1996. Colección Ala Delta.

Una vida de película. Ilustraciones de Damián Ortega. Méjico, Fondo de Cultura Económica, 1993. Colección A la orilla del Viento.

Las cosas del abuelo. Ilustraciones de José Antonio Alcázar Iberlucea. Barcelona, Noguer, 1982. Colección Mundo Mágico.

Los jíbaros. Ilustraciones de Javier Serrano. Madrid, Alfaguara, 1990.

El castillo invisible. Ilustraciones de Enrique Carlos Martín. Barcelona, Edebé, 1996. Colección Periscopio.

Oposiciones a bruja y otros cuentos. Ilustraciones de Javier Serrano. Madrid, Anaya, 1998. Colección El Duende Verde.

¡Canalla, traidor, morirás! Ilustraciones de Tino Gatagán. Madrid, SM, 1994. Colección El Barco de Vapor.

A la busca de Marte el guerrero. Ilustraciones de M. Calatayud. Barcelona, Noguer, 1984. Colección Cuatro Vientos.

Las fantásticas aventuras del caballito gordo. Ilustraciones de R. Sánchez Muñoz. Barcelona, Noguer, 1982. Colección Mundo Mágico.

Calavera de borrico y otros cuentos populares. Ilustraciones de Miguel Ángel Moreno. Zaragoza, Edelvives, 1988. Colección Ala Delta.

El pintor de recuerdos. Ilustraciones de Jesús Gabán. Madrid. SM, 1986. Colección Cuentos de la Torre y la Estrella.

Inventando al mundo. Ilustraciones de Javier Serrano. Madrid, Anaya, 1989.

Un león hasta en la sopa. Ilustraciones de Jesús Gabán. Madrid, SM, 1994. Colección El bosque de papel.

No te engañes, de Germán Díez Barrio. Ilustraciones de Mar Herrero. Madrid, Editorial CCS, 2003. Colección Arca Dorada.

La patera, de Pablo Zapata Lerga. Ilustraciones de Angelines San José. Madrid, Editorial CCS, 2003. Colección Arca Dorada.

La montaña de los ratones, de José González Torices. Ilustraciones de Fernando Noriega. Madrid, Editorial CCS, 2003. Colección Arca Dorada.

Cosquillas en la barriga, de Josep M. Aloy. Ilustraciones de Gisele Martínez. Barcelona, La Galera, 2000. Colección Peripecias.

La momia, de Elvira Woodruff. Ilustraciones de Joaquín Marín. Traducción de Franck Schleper. Madrid, Alfaguara, 2000.

La selva de los números, de Ricardo Gómez. Ilustraciones de Tesa González. Madrid, Alfaguara, 2000.

Mi hermana es un poco bruja, de Carlos Puerto. Ilustraciones de Claudia Ranucci. Zaragoza, Edelvives, 2002. Colección Ala Delta.

El secreto de los buscadores de perlas, de Juan Pedro Molina Cañabate. Madrid, Siruela, 2002.

Cuentos de cuando yo era, de José Zafra. Ilustraciones de Enrique Flores. Madrid, Anaya, 2002. Colección Sopa de libros.

Los elegidos, de Marianne Curley. Traducción de Roberto Falcó. Barcelona, Salamandra, 2003.

No quiero verte más, de Isabel Abedi. Ilustraciones de Silvio Nevendore. Traducción de C. Schevrer. Barcelona, Juventud, 2003.

El pequeño soldado, de Paul Verrept. Ilustraciones del autor. Traducción de Elonie Bourgeois. Barcelona, Juventud, 2003.