125 | RESEÑAS DE LIBROS | 31 de marzo de 2004

Portada del libroAventuras y desventuras de Casiperro del Hambre

Graciela Montes
Ilustraciones de Oscar Rojas.
Buenos Aires, Ediciones Colihue, 1995. Colección Los libros de Boris.

Magia y realidad en Aventuras y desventuras de Casiperro del Hambre

por Laura Helena Martos

La literatura latinoamericana se caracteriza por su capacidad para fundir elementos de diversas procedencias, a veces muy alejados entre sí, en formas nuevas y originales. En esta obra, Graciela Montes emplea la fuerza metáforica del realismo mágico para aludir a los hechos más recientes de la historia argentina, y los recursos de la picaresca para contar, no la progresiva degradación moral del pícaro sino la extraordinaria aventura del crecimiento. Este género de tendencia realista, se originó en el siglo XVI y es típico de la literatura en lengua española. La vida de Lazarillo de Tormes se convirtió en el prototipo de varias obras posteriores, entre ellas la primera novela latinoamericana, El periquillo sarniento de José Joaquín Fernández de Lizardi, publicada en México en 1816.

El hambre, tal como ocurre en la picaresca, es el tema central que da unidad a la historia. Su protagonista, un perro vagabundo, vive, como el pícaro, varias aventuras que determinan el carácter episódico característico del género. Narra en primera persona y, aunque tiene algunos aspectos humanos, no es el animalito humanizado de ciertos cuentos infantiles ni el estereotipo de las fábulas. Con elementos tomados del estudio del comportamiento animal, la autora lo ha dotado de actitudes y, sobre todo, de un punto de vista que podríamos llamar "perruno". Los primeros meses de su vida transcurren duramente en la búsqueda del alimento. Siendo todavía cachorro, es adoptado como mascota y se convierte en víctima de las picardías de los niños y de las humillaciones de los adultos.

El pícaro, aunque aprende de sus ocasionales amos toda clase de triquiñuelas que le sirven para sobrevivir y también para librarse de ellos, no llega a perder completamente la ingenuidad que lo caracteriza. Su condición marginal lo convierte en un obsevador privilegiado y el relato de sus aventuras con esos siniestros personajes constituye una potente sátira social justamente porque la realidad es vista a través de los ojos de una víctima que se limita a registrarla. La ironía, el magistral recurso de la tragedia griega, es también característica de la picaresca, el protagonista ignora lo que saben el lector o el espectador. De todos modos, la crítica se limita a ciertos representantes de instituciones como la Iglesia o la Caballería. En cambio, la voz de una mascota pone en tela de juicio a toda la humanidad cuando, habiéndose apoderado de los ahorros familiares escondidos en la heladera, explica inocentemente:

"Por alguna razón que yo no alcanzo a entender, el percance fue algo imperdonable. Sin embargo no hubo muertos ni heridos, nadie salió lastimado; sencillamente me comí dos mil cuatrocientos cincuenta y cinco dólares, según oí decir, eso fue todo".

Como el pícaro, Casiperro se escapa y se convierte en un perro callejero. Sus ocupaciones ocasionales, perro de circo, modelo en una fábrica de juguetes y animal de prueba en un laboratorio de cosméticos son más bien trabajos forzados y en una ocasión es apresado y llevado a la perrera. No le queda otra alternativa que escapar y cada vez que lo hace, vuelve a ser un vagabundo acosado por el hambre. En la picaresca no hay relaciones de cooperación social y, mucho menos de amor, sólo existe la dura lucha por la sobrevivencia. La situación de Casiperro es más grave aún, sus sufrimientos son los que se suelen reservar a los animales, en particular a los domésticos que se ven obligados a convivir con el hombre. Sin embargo tiene un amigo entrañable, el Huesos, con quien comparte sus infortunios y la lucha por la vida. Vive un primer amor con la perrita del circo. La relación es descripta sin medias tintas, tal cual los niños pueden verla en la calle, pero también con la ternura y el erotismo suficientes para sugerir una analogía con el amor entre hombre y mujer. Más adelante se enamora de la Negrita, una perrita callejera como él, pero antes de que pueda consumarse el amor, ambos son apresados y llevados al laboratorio de cosméticos donde serán sometidos a crueles experimentos.

Los recursos del realismo mágico se intensifican a medida que avanza la historia. En la perrera se dividen los prisioneros condenados a muerte, a los cuales se les niega hasta el agua, de los "recuperables", como ocurría en los centros clandestinos durante la represión llevada a cabo en Argentina en los años setenta. Más adelante el protagonista, utilizado como modelo en una fábrica de juguetes, será víctima de toda clase de humillaciones y se le aplicarán descargas eléctricas. La finalidad, por demás sugestiva, es obligarlo a tomar las actitudes del juguete que se desea fabricar en serie. En el laboratorio de cosméticos, será sometido, junto a sus compañeros, a brutales experimentos que recuerdan los que llevaron a cabo los nazis con seres humanos. Recordando su experiencia anterior, dice: "Me habría gustado complacerlos para que me dejasen en paz de una vez por todas, pero ni siquiera sabía en esa oportunidad qué era lo que esperaban de mí…" Son palabras que frecuentemente se suelen encontrar en los testimonios de personas que han sufrido torturas.

Las sustancias utilizadas tienen fantásticos efectos traumatizantes sobre sus víctimas. Los animales son sometidos a la experimentación de un producto rejuvenecedor que resulta verdaderamente efectivo: un sapo involuciona hasta desaparecer. En este episodio hay ecos del mito de la Fuente de la Eterna Juventud, tan característico de los cronistas de América, y del cuento "Viaje a la semilla" de Alejo Carpentier. Aunque los tres animales logran escapar a tiempo del baño rejuvenecedor, la Negrita, salpicada, sufre una regresión y vuelve a ser cachorra. El protagonista, ayudado por su amigo, se hará cargo de protegerla hasta que vuelva a crecer. Se generan situaciones de gran ternura y comicidad porque ambos perros se ven obligados a cumplir funciones maternales para las que no están preparados. El protagonista es capaz de afrontar la recuperación de un ser amado traumatizado por las torturas porque asume y desarrolla sus propios aspectos femeninos. Al mismo tiempo, deberá esperar que crezca para hacer el amor con ella porque sólo la madurez garantiza la plenitud sexual.

La historia tiene un final feliz que no es, sin embargo, el de los cuentos de hadas. Los tres perros encuentran la protección de un vagabundo que les asegurará el calor del fuego y compartirá con ellos su sencilla comida. Este personaje marginal, que podría ser el típico protagonista de la picaresca, es, por el contrario, el héroe que salvará a Casiperro y a sus compañeros del hambre y del frío, dándoles nombres que, si bien recuerdan las novelas de caballería, reflejan su identidad y sintetizan su historia.


Notas de Imaginaria:

  • Libro sugerido a partir de los 9 años y de lectura recomendada por la Asociación de Literatura Infantil y Juvenil de Argentina (ALIJA).

  • Portada de la traducción al italianoAventuras y desventuras de Casiperro del Hambre fue traducido al italiano por Giuditta Sassi (Avventure e disavventure di Casiperro: Roma, Voland, 2001; www.voland.it) y al alemán por Ilse Layer (editado por Beltz&Gelberg, Weinheim; en prensa).

  • Los interesados en conocer más acerca del libro, encontrarán el texto completo del "Capítulo I. Donde explico el comienzo de todo y reflexiono acerca de un gran sentimiento: el hambre", en el sitio web de Graciela Montes, en esta dirección: http://www.gracielamontes.com/escritos/casiperro.htm.


Laura Helena Martos (lmartos@infovia.com.ar) es Maestra Normal Nacional y Profesora de Castellano, Literatura y Latín recibida en el Instituto Nacional del Profesorado "Dr. Joaquín V. González" y cursó la carrera breve de post-grado "Dirección y Administración para la Conducción Educativa" en dicho Instituto.

Obtuvo el "Certificato di conoscenza della ligua taliana", quinto y último nivel, otorgado por la Universidad de Perugia y efectuado estudios de Semiótica y Narratología con Umberto Eco en la Universidad de Bolonia.

Su experiencia docente abarca los niveles primario, secundario, superior y universitario y la alfabetización de adultos. Implementó y dictó cursos de Español como lengua extranjera, y de Literatura latinoamericana en diversos institutos italianos y en la sede de Bolonia de la "John Hopkins University".

Se desempeñó como intérprete en los Tribunales de Bolonia y en congresos internacionales. Efectuó traducciones literarias para revistas especializadas, científicas para la "Associazione Fiorentina di Psicoterapia Psicoanalitica" y técnicas para diversas agencias italianas. Tuvo a su cargo el stand de la Cámara Argentina del Libro en la "Fiera Internazionale del Libro per Ragazzi" de Bolonia desde 1993. Fue lectora del Departamento de Literatura infantil y juvenil de la Edtorial Sudamericana. Colaboró con las revistas Puro Cuento y Amaru (Buenos Aires) y Zero in Condotta (Bolonia).

Participó como miembro expositor en el 27° Congreso Internacional del IBBY (Cartagena de Indias), en el 1er Congreso Internacional de Literatura Infantil y Juvenil (Cipolletti) y en el Congreso Lectura 2001 para leer el XXI (La Habana) y como coordinadora en las 14as Jornadas para Docentes y Bibliotecarios (Buenos Aires). Es socia fundadora, y miembro del Consejo de Administración de la Asociación de Residentes Argentinos en Emilia Romagna. Actualmente es miembro de la Comisión Directiva de A.L.I.J.A.

Publicó cuentos, algunos premiados, en español y en italiano en antologías, diarios y revistas literarias y universitarias de Argentina, República Dominicana, México, Italia, España, Alemania y Estados Unidos. Sus trabajos de investigación literaria y periodística se publicaron en diversos medios en Argentina e Italia.


Artículos relacionados:

Autores: Graciela Montes

Reseña de "La verdadera historia del Ratón Feroz" y "El Ratón Feroz vuelve al ataque", de Graciela Montes

Reseña de "La batalla de los monstruos y las hadas", de Graciela Montes

Reseña de "El golpe y los chicos", de Graciela Montes