El libro del verano
Tove Jansson
Traducción de Jesús Pardo.
Madrid, Ediciones Siruela, 1996. Colección Las Tres Edades.
El libro del verano cuenta la historia de Sofía, una niña huérfana, que pasa sus vacaciones junto a su papá y su abuela, en una isla del Golfo de Finlandia. En esa atmósfera reposada se suceden una colección de anécdotas estivales narradas bellamente con un lenguaje sencillo y etéreo, cargado de una poética a primera vista ingenua y bucólica. Enormemente beneficiado por las dotes de su autora como pintora y habitante de esa geografía surge un texto de una amplia gama de tonalidades, que funde magistralmente luces y sombras del entorno con los sucesos que se van narrando.
Los personajes centrales son la nieta y su abuela octogenaria, una díada arquetípica de la tradición literaria, especialmente de la destinada a los niños. Tove Jansson reinventa esa íntima relación sobre un original andamiaje seductor y oscilante. Ya no se trata de una viejecita que cuenta cuentos a una nieta que escucha absorta, sino de un adulto y una niña que crean un vínculo plagado de matices y claroscuros. Sofía y la anciana se unen en un mismo afán, explorar el inconmensurable paisaje interno y exterior que las circunda. Un contrapunto generacional que cruza dos extremos de la vida.
Relatos independientes se hilvanan a lo largo de los veintidós capítulos atravesados por innumerables representaciones de la vida y de la muerte. Una anida en el amor que se profesan la nieta y la abuela, en el espíritu aventurero que comparten, en el entusiasmo desenfrenado con que Sofía quiere conocer el mundo, en los gestos osados de la abuela, en las transformaciones permanentes del paisaje. La otra acecha sigilosa en los peligros del salvaje paraje, en las adversidades de la naturaleza, en las inclemencias del tiempo, en la orfandad de Sofía, en el rostro de la vejez.
En una era signada por la velocidad y la superficialidad, esta obra, publicada originalmente en 1972, nos invita a recorrer serenamente territorios humanos universales. Un rasgo que ubica acertadamente este libro dentro de una colección que lleva por título "Las Tres Edades". El lema elegido para esta serie por Ediciones Siruela nos recuerda el enigma que la Esfinge le propusiera a Edipo (1) y encierra todo un concepto: libros "aptos para todo público", rompedores de clichés literarios, literatura para múltiples lectores. La propuesta estética de la colección y de este libro en particular desafía un mercado editorial tendiente hacia la fragmentación. Afortunadamente Tove Jansson logra escabullirse de las remanidas "clasificaciones" y de los "recorridos lectores" artificiales y forzosos que empecinadamente pretenden etiquetarlo todo, inclusive algo tan inasible como es el arte.
Justamente en las narraciones que aquí podrán leerse y otras que forman parte del libro se desatan e impulsan juegos secretos entre las dos protagonistas que indagan y desnudan esa naturaleza en el artificio de la ficción. Juntas navegan a través de los fiordos y recogen en la playa tesoros con que edificar sus propios paraísos. Una ciudad devastada por las inundaciones, el hundimiento, la contaminación del aire y el agua, como es Venecia (2), un frágil y enigmático bosque en descomposición (3), los sinuosos pantanos, o las atemorizantes faunas domésticas (4), son tierra fértil para erigir mundos nuevos. La construcción de universos ficcionales se instala allí, en una región borrosa, al borde de la desaparición, temible y deseable, sujeta a las catástrofes que imponen las mareas altas y los vientos tormentosos.
Nada libra a las historias de las tempestades, una lluvia torrencial siempre puede azotar el juego. Sin embargo, la abuela y la nieta conocen los trucos y las leyes para recomponer su reino. La trama se teje en vaivén. Así, el texto entra, sale y enlaza esos mundos imaginarios poniendo a prueba los límites entre infancia y vejez, realidad y fantasía, escenarios exteriores e interiodidad de los personajes. El juego es el elixir con que Sofía alivia el miedo a lo desconcertante y a lo desconocido, y del que se valen ella y su abuela para transformar troncos y fósiles corroídos por el tiempo, cajas de cerillas, o animales tan pequeños como insignificantes en materia viva, llena de significado. En estos relatos imaginación y juego son patrimonio de niños y viejos que tienen algo por inventar y misterios que explicar.
Los conocedores de esta autora finlandesa descubrirán algunos puntos de contacto entre ésta y sus anteriores creaciones. El protagonismo de las relaciones afectivas, la presencia clave de la naturaleza, la reflexión sobre los valores humanos, la tensión entre la catástrofe y la recuperación de la armonía, el hábil manejo de los diálogos, no son nuevos en su obra. No obstante, en El libro del verano Tove Jansson desplaza el humor y la fantasía característicos de su famosa saga de los Mumin (5) para acentuar un registro de mayor profundidad psicológica y crear una ficción con una hondura más compleja.
Infinitas cartografías de sentido podrán trazar a partir de estas narraciones los lectores que se atrevan a emprender una travesía capaz de ensanchar horizontes.
Notas
(1) "Y dijo la Esfinge: se mueve en cuatro patas por la mañana, camina erguido al mediodía y utiliza tres pies al atardecer. ¿Qué cosa es? Y Edipo respondió: el hombre".
(2) Veáse en este mismo libro el relato "El juego de Venecia". (Nota de Imaginaria: Un fragmento de este relato se encuentra en la sección " Otras voces" de la página web de la escritora Graciela Montes, en esta dirección: http://www.gracielamontes.com/voces/05jansson.htm)
(3) Veáse "El bosque mágico".
(4) Veáse "Lombrices y compañía".
(5) La familia Mumin, La familia Mumin en invierno, publicados por Noguer y Caralt Editores, además de Memorias de Papá Mumin, Una noche de San Juan bastante loca, La llegada del cometa y La niña invisible, publicados por Editorial Alfaguara.
Mónica Klibanski (bibliolavereda@sinectis.com.ar) es Profesora de Educación Pre-escolar (Instituto SH. I. Agnon), se ha formado como Coordinadora de Grupos (Asociación Argentina de Psicología y Psicoterapia Grupal), y es graduada de la carrera de Bibliotecología y Documentación (Universidad Nacional de Buenos Aires). Ha realizado diversos cursos y seminarios de especialización sobre Literatura Infantil en Argentina y en el exterior. Coordina la Biblioteca La Vereda de los Cuentos, que reúne más de 2.000 libros infantiles escritos por autores de todo el mundo, así como también una amplia colección hemerográfica y bibliográfica multilingüe destinada a especialistas e investigadores del área.
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