Actualizado el 1/3/2006 | 6 de febrero de 2002
Azul
la cordillera
María Cristina Ramos
Buenos Aires, Grupo Editorial Norma, 2006. Colección Torre
de Papel, serie Torre Azul.
"De lejos es azul la cordillera. Mirando de lejos y sin acordarse de las piedras y la tierra helada. Dice el maestro que ese azul es la distancia."
Azul la cordillera nos dice de un lugar, y de una forma de mirar ese lugar.
La narración está compuesta por las diferentes voces de sus protagonistas. Habla el niño que cruza las montañas hacia el albergue escolar, habla la mujer mapuche que no olvida que es dueña de esa tierra, hablan los maestros, la empleada doméstica, la mujer analfabeta... Sabemos cómo es cada uno de ellos por sus pensamientos, sus recuerdos, su decir. Cada personaje se cuenta a sí mismo.
Este decir sobre sí mismos de los protagonistas, a menudo a través del paisaje que los circunda, se construye a partir de la imagen poética. De este modo los lectores estamos junto a los actores. A diferencia de un "lector turista" que observa paisajes y habitantes exóticos, objetos del folklore y se va, en Azul la cordillera personaje y lector se miran cara a cara.
La cordillera es espacio de diferencias sociales y culturales, dentro de este espacio hay otro lugar, más pequeño: la escuela. Allí están los chicos, los padres, los maestros, la cocinera... y participamos con ellos de su convivencia. La escuela es el lugar donde se produce el encuentro, el aprendizaje del niño, pero también del maestro que descubre el sentido de su tarea.
"Y no me moví, para seguir viendo ese brillo y la carita de entender y el deslumbrarse por el descubrimiento (...) Y después tampoco me moví, aunque se me cayó la lapicera, porque tenía una agitación en el pecho que no me dejaba hablar. Y ella lo supo y dio la vuelta para tomarme la cara con sus manos amigas y me abrazó y yo sentí que había empezado a ser una maestra y que estaba en el único lugar en que debía estar."
La narración busca aproximarse al habla de los habitantes de la cordillera, dejar escuchar su voz silenciada. La prosa de este libro no conoce el límite con la poesía, puede detenerse en una lágrima columpiándose en el abismo de la manga de un niño y en la voz de río con que golpea su corazón. En Azul la cordillera no hay apuro en contar porque el cómo es parte esencial de lo que se cuenta.
"Desde la loma, la casa parecía echada y dormida. Chiquita se veía, como la minina que se quedó empollando."
Recomendado a partir de los 11 años.
Marcela Carranza
Nota
de Imaginaria:
Existe una primera edición de este libro en Sudamericana (Buenos Aires, 1995. Colección Novela), que fue la originalmente reseñada por Marcela Carranza.
Marcela Carranza es maestra y Licenciada en Letras de la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina). Como miembro de CEDILIJ (Centro de Difusión e Investigación de Literatura Infantil y Juvenil) formó parte de la coordinación del programa de bibliotecas ambulantes "Bibliotecas a los Cuatro Vientos" y del equipo Interdisciplinario de Evaluación y Selección de Libros. Publicó artículos en revistas y participó como expositora en congresos de la especialidad. Actualmente se desempeña como coordinadora de talleres en el área de la literatura infantil y juvenil en la Escuela de Capacitación Docente (CePA), de la Secretaría de Educación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, y profesora tutora en el Postítulo de "Literatura Infantil y Juvenil" de la misma institución.
Artículos relacionados:
